A más de tres décadas de la caída del líder del Cártel de Medellín, su hermana menor rompe el silencio y revela un testamento desconocido, disputas familiares por dinero, y las caletas que cambiaron su destino.

InfoStockMx - En el universo narrado sobre Pablo Escobar, hay una voz que había permanecido en los márgenes: la de Alba Marina Escobar, su hermana menor. Ahora, rompe el silencio con declaraciones que tensan aún más la ya fracturada historia familiar. En entrevista con la revista Semana, afirmó que fue la confidente de su hermano, y que él le entregó su testamento mientras huía de las autoridades. Ese documento, según dice, nunca fue respetado.

Alba Marina asegura que durante una conversación privada con Pablo, él reconoció el destino trágico que le esperaba: “Usted sabe que los mafiosos mueren jóvenes”, le dijo. Ante ello, ella le pidió no heredarle nada después de muerto: “Pablo, yo no quiero plata de muerto, deme todo lo que me vaya a dar en vida”. La escena, cargada de fatalismo y desconfianza, es apenas una muestra del vínculo entre ambos.

Durante años, los hijos de Pablo Escobar y su viuda Victoria Henao han insistido en que no heredaron la fortuna del narcotraficante. No obstante, la versión de Alba contradice ese relato. Según su testimonio, ella encontró dinamita, armas y dinero en las caletas del capo, y entregó 1.5 millones de dólares a Victoria. La respuesta que recibió fue una acusación: haber robado una caleta. “Yo fui el chivo expiatorio”, sostuvo, asegurando que posteriormente descubrió quién se quedó realmente con ese dinero.

Alba no ocultó su resentimiento hacia la familia de su hermano. Habló con dureza de Victoria, de quien dijo: “Yo no sabía que el hambre engordaba”, en alusión sarcástica a su supuesto discurso de precariedad económica. Asegura que, pese a que la viuda de Escobar quedó con recursos, hoy juega el papel de víctima.

La ruptura familiar se hizo pública cuando en 2012, Juan Pablo Escobar, hoy conocido como Sebastián Marroquín, publicó el libro Pablo Escobar, mi padre. En él, reveló tensiones internas: “El lector se sorprenderá con el contenido de los primeros capítulos porque revelo por primera vez el profundo conflicto que hemos vivido con mis parientes paternos”.

Alba Marina lamentó la distancia que mantiene con sus sobrinos y con Victoria. Criticó que, pese a todo, sigan hablando mal del capo: “Pese a lo bueno que fue”, dijo, sin matices. Como punto final, relató que Pablo le regaló su penthouse de soltero, el cual ella acabó entregando —también— a Victoria.