El cristal, una metanfetamina altamente adictiva, ha tomado control del mercado de drogas en Puebla, superando a la marihuana y la cocaína. Su bajo costo y facilidad de acceso apuntan a una crisis de salud pública sin precedentes, afectando principalmente a jóvenes y adolescentes.
Puebla de Zaragoza, Pue.- Como una reacción al reacomodo del mercado ilegal de drogas, reportes alertan que los traficantes están mezclando cristal con fentanilo, un opioide sintético 50 veces más potente que la heroína, aumentando exponencialmente el riesgo de sobredosis y muerte.
Los datos son alarmantes. Al concluir 2024 el cristal fue la droga más decomisada en Puebla, con operativos en al menos el 27% de los municipios del estado. Tan solo en el primer semestre de 2022, las autoridades confiscaron más de 1,500 dosis en 40 operativos, arrestando a 77 presuntos narcomenudistas. Este crecimiento imparable ha convertido al cristal en la sustancia más consumida en el estado.
El problema no solo es su disponibilidad, sino su alcance entre los jóvenes. Reportes indican que el consumo inicia desde los 12 años, con un alarmante repunte entre adolescentes de 13 a 17 años. En municipios como Tehuacán, el rango de edad más afectado está entre los 15 y 25 años, lo que demuestra que esta droga está atrapando a las nuevas generaciones en un ciclo de adicción difícil de romper.
Recientes investigaciones han confirmado lo peor: el cristal que circula en Puebla está siendo adulterado con fentanilo, un opioide sintético letal. Esta combinación hace que la droga sea aún más adictiva y peligrosa, aumentando la probabilidad de sobredosis incluso en consumidores habituales.
El fentanilo es tan potente que una dosis mínima puede ser mortal. En otros estados del país, se ha reportado un incremento en muertes por sobredosis relacionadas con esta mezcla, y Puebla no es la excepción. Las autoridades han detectado un aumento de ingresos hospitalarios por intoxicación, y los centros de rehabilitación advierten que los consumidores desconocen los riesgos reales de lo que están consumiendo.
Una de las razones por las que el cristal ha desplazado a otras drogas en Puebla es su bajo costo. Dependiendo de la cantidad, una dosis puede costar entre 50 y 200 pesos, lo que la convierte en una opción accesible para consumidores de todas las edades y niveles socioeconómicos. Su efecto inmediato y poderoso genera una adicción rápida, atrapando a los usuarios en un círculo vicioso del que pocos logran salir.
En enero de 2025, se desmantelaron laboratorios clandestinos en Puebla y Tlaxcala, logrando la detención de 14 personas y el decomiso de armas y drogas. Sin embargo, los expertos advierten que mientras haya demanda, el suministro continuará, y los traficantes encontrarán nuevas formas de distribuir esta sustancia letal.
En Puebla se está gestando una emergencia sanitaria y de seguridad. El consumo de cristal con fentanilo no solo destruye vidas, sino que amenaza el futuro de toda una generación. Es urgente reforzar campañas de prevención, aumentar la disponibilidad de tratamientos de rehabilitación y fortalecer la lucha contra el narcotráfico para detener esta epidemia antes de que sea demasiado tarde.
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