De Dinero y Capital
La farsa de la "inversión histórica"

"La inversión pública es políticamente viable sólo mientras no amenace el poder del capital privado." — Michael Kalecki, economista/ingeniero.

Debo advertir, una vez más, que no soy devoto de ninguna ideología política ni supersticioso. Me gustan los números y el uso de algunas analogías para explicar temas complejos.También debo señalar que veo a la presidenta Claudia Sheinbaum como en el origen: Una compañera universitaria que se manifestaba por causas justas

Horacio De la Cruz S.

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Vayamos a la analogía. El reciente y raro avistamiento de un pez remo en las costas de Baja California Sur me resultó curioso (regionglobal.mx febrero 22, 2025). He creído que ofrece una poderosa metáfora para la economía mexicana: Al igual que este enigmático pez de aguas profundas, que algunos asocian con presagios catastróficos, los últimos datos económicos del país han emergido a la superficie para anunciar un desastre económico y no tiene nada que ver con Trump.

A pesar de los discursos oficiales sobre "inversiones históricas", los datos más recientes del INEGI revelan una realidad ineludible: no hay tal. El PIB a precios constantes cayó un 0.6 % en el cuarto trimestre de 2024.

Uno de los factores clave detrás del estancamiento económico, es la Formación Bruta de Capital Fijo (FBCF), verdadero motor del crecimiento, que se viene apagando poco a poco. Mientras el gobierno ha presumido inversiones récord, la pregunta es inevitable: ¿dónde está la infraestructura productiva que debería derivarse de esas inversiones?

La respuesta es cada vez más clara: buena parte de los recursos destinados a la inversión pública han sido desviados o malgastados en proyectos con costos inflados y rentabilidad dudosa. Ejemplos contundentes son PEMEX, una empresa que se hunde en pérdidas mientras siguen drenando al erario para sostenerla; el Tren Maya, con sobrecostos exponenciales; y la Refinería de Dos Bocas, que aún no opera.

Son pruebas de un modelo económico fallido que prioriza la propaganda sobre el desarrollo real.

Los datos del INEGI son contundentes: las actividades primarias se desplomaron un 8.0 % anual en diciembre de 2024; las actividades secundarias cayeron un 2.4 %, y la construcción no repunta significativamente. En contraste, el sector servicios apenas creció un 0.8 %, lo que evidencia un estancamiento crónico.

Sin un aumento real en la inversión productiva y con una política económica centrada en el gasto clientelar, México ha caído en una trampa de bajo crecimiento.

De una débil inversión se deriva que, en términos económicos, el sexenio de Claudia Sheinbaum no tiene margen de maniobra y terminará con un país debilitado económicamente. Los "optimistas" (yo les añadiría otro adjetivo) ignoran los principios básicos de los horizontes temporales de la producción y, francamente, no tienen por qué conocerlos si no les interesa la ciencia económica.

Pero ya es evidente que la "economía moral", el "humanismo mexicano" y el "segundo piso de la 4T" han logrado lo que parecía imposible para John Maynard Keynes: aumentar el gasto sin generar crecimiento. Así que como el pez remo, los datos del PIB mexicano han emergido no como un augurio de prosperidad, sino como una advertencia innegable de que el naufragio económico es inminente.

La compañera Claudia tiene que corregir mucho. Morena va a seguir ganando elecciones, pero es tiempo de que comiencen a hacer las cosas bien. Los motores de la economía mexicana se están apagando y no lentamente


Anexo: La falacia de la "inversión pública histórica" y la FBCF

La Formación Bruta de Capital Fijo (FBCF) es el indicador más importante dentro de la inversión. Refleja la adquisición de activos productivos (infraestructura, maquinaria, equipo, etc.) con un impacto directo en el crecimiento económico a largo plazo.

Si un gobierno anuncia "inversiones históricas", pero los datos oficiales de inversión pública en el PIB no muestran un aumento significativo en la FBCF, hay tres posibles explicaciones:

  1. Las inversiones anunciadas no se realizaron y fueron solo propaganda.
  2. Se inflaron las cifras para aparentar un gasto mayor al real.
  3. Los recursos fueron desviados hacia gasto corriente, subsidios o corrupción.

Si las inversiones públicas fueran genuinas, deberían reflejarse en un aumento de la FBCF dentro del PIB. Si esto no ocurre, el discurso de las "inversiones históricas" es simplemente una falacia económica.

Algebraicamente, con base en la fórmula del PIB y sus componentes, no hacen falta números concretos para saber que un gobierno es corrupto y miente.

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