China domina la producción mundial de acero y aluminio 🇨🇳. Aunque no exporta grandes cantidades directamente a EE.UU., sus productos terminan ingresando a través de terceros países como México y Canadá 🇨🇦🇲🇽. Trump impone un arancel del 25% para frenar este flujo, lo que afectará a la industria mexicana 🇲🇽.

Mexconomy - El presidente Donald Trump ha anunciado la imposición de un arancel del 25% a las importaciones de acero y aluminio a partir de hoy. Aunque en un principio esto parecería apuntar a aliados como Canadá, Brasil, México, Corea del Sur y Alemania, el trasfondo de la medida tiene como objetivo frenar la influencia de China en el mercado global de metales.

China no exporta grandes volúmenes de acero o aluminio directamente a Estados Unidos debido a una serie de restricciones y aranceles previamente establecidos por gobiernos anteriores, incluyendo el de Joe Biden. Sin embargo, el gigante asiático sigue dominando la producción mundial con plantas modernas y altamente productivas, fabricando tanto o más acero y aluminio que el resto del mundo combinado.

A medida que la economía china se desacelera, sus exportaciones de acero y aluminio han aumentado considerablemente. Gran parte de este exceso de producción ha encontrado su camino hacia países aliados de EE.UU., como México y Canadá, que a su vez exportan parte de su propia producción a suelo estadounidense. Además, China ha comenzado a canalizar su acero a través de países como Vietnam, que lo procesa y lo reexporta a otros mercados bajo una nueva denominación de origen.

México es el tercer proveedor de acero para EE.UU. y ha visto crecer su papel en la cadena global de suministro de metales. Sin embargo, la implementación de los nuevos aranceles podría representar un duro golpe para la industria siderúrgica mexicana, encareciendo sus exportaciones y disminuyendo su competitividad en el mercado estadounidense.

El proteccionismo de Trump también podría generar efectos colaterales, como la reorientación del acero chino hacia México, creando una presión adicional sobre los productores nacionales. Además, el encarecimiento del acero importado podría afectar diversas industrias nacionales que dependen de este insumo, como la automotriz y la de construcción.

El aumento en las exportaciones chinas ha generado preocupación entre los productores y sindicatos estadounidenses. Michael Wessel, asesor comercial del sindicato United Steelworkers of America, ha advertido que el exceso de capacidad china está inundando los mercados globales y perjudicando gravemente a los trabajadores y fabricantes en EE.UU..

Las cosas no pintan bien para México. El gobierno mexicano enfrenta el desafío de equilibrar su relación comercial con EE.UU., su principal socio, pero también debe gestionar el impacto de la sobreproducción china en el país.

Tras la caída de Altos Hornos de México (AHMSA) y su declaratoria de quiebra tras los conflictos políticos con el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, la industria siderúrgica mexicana está en crisis y a dos fuegos: los aranceles de Trump y el excedente de China exportado a México. Con esos nubarrones en el horizonte el negocio del acero y el aluminio parece estar atado de manos para buscar nuevos mercados o estrategias para sortear el golpe de las políticas proteccionistas de Washington.

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