💥 Trump y el Canal de Panamá: En su discurso de investidura, el presidente estadounidense dejó claro su objetivo de "recuperar" el control de la vía interoceánica, alegando que China tiene presencia en la zona, lo que ha desatado la respuesta firme de Panamá. 🌍🇵🇦

InfoStockMx.- En un discurso cargado de nacionalismo y promesas de recuperar el poder de Estados Unidos en el escenario mundial, Donald Trump sorprendió con una declaración controversial: pretende retomar el control del Canal de Panamá, una infraestructura que fue entregada a Panamá en 1999 tras el tratado Torrijos-Carter. Trump no solo cuestionó el impacto de la presencia china en la región, sino que también denunció lo que consideró un trato injusto hacia Estados Unidos, quien, según él, paga precios elevados para cruzar la vía interoceánica.

La reacción no se hizo esperar. José Raúl Mulino, presidente de Panamá, rechazó de manera tajante las intenciones de Trump, reafirmando que el canal "es y seguirá siendo de Panamá".

Trump, aludió a los sacrificios hechos por Estados Unidos durante la construcción del canal y a los recursos que se invirtieron en la monumental obra, sugiriendo que el control panameño es un error histórico. Sin embargo, la retórica de "recuperar" el canal no solo ignora el contexto histórico y los acuerdos internacionales establecidos con el tratado Torrijos-Carter, sino que también subraya una visión de América Latina como un terreno de disputa geopolítica, donde las decisiones de los países soberanos quedan subordinadas a los intereses de potencias extranjeras. Por su parte, el gobierno de Panamá subraya la gestión exitosa y continua del canal por parte de su país desde su traspaso, refiriéndose al acto como una "lucha generacional".

El presidente Mulino destacó que el canal fue entregado de acuerdo con los Tratados Torrijos-Carter, que establecen la soberanía total de Panamá sobre la vía interoceánica, reafirmando el derecho internacional como la base para las relaciones entre países.

Desde su transferencia en 1999, el Canal de Panamá ha sido administrado por la Autoridad del Canal de Panamá (ACP), que ha expandido su capacidad para manejar el creciente tráfico marítimo mundial. La infraestructura no solo es un activo crucial para la economía panameña, sino también un punto de encuentro de la diplomacia internacional. Aunque la presencia de empresas chinas en el canal ha generado preocupación en algunos sectores, la ACP mantiene una política de apertura y transparencia, colaborando estrechamente con diversos países, incluyendo a Estados Unidos, para garantizar la libre navegación y la estabilidad de la región.

El futuro del Canal de Panamá podría depender no solo de los intereses económicos y estratégicos de grandes potencias, sino también de la capacidad de Panamá para defender su soberanía en un escenario geopolítico cada vez más polarizado.

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