📊 Mientras los ingresos del comercio al por mayor crecen un 4.7 % en noviembre, el comercio al por menor registra una caída del 0.1 %. 🚨 ¿Qué revela esto sobre el estado actual de la economía mexicana? 🤔
Mexconomy - Los datos más recientes de la Encuesta Mensual sobre Empresas Comerciales (EMEC) muestran una dinámica económica dispar en el sector comercial durante noviembre de 2024. Por un lado, los ingresos del comercio al por mayor experimentaron un incremento mensual del 4.7 % en términos desestacionalizados, impulsados probablemente por un aumento en la demanda de bienes intermedios o productos dirigidos a la reventa. Este crecimiento también estuvo acompañado por un aumento del 2.1 % en las remuneraciones medias reales y una ligera alza del 0.2 % en el personal ocupado total.
En contraste, el comercio al por menor, más vinculado al consumo final de los hogares, registró una disminución marginal del 0.1 % en sus ingresos mensuales. Aunque las remuneraciones medias crecieron 0.5 %, este incremento no parece haber sido suficiente para contrarrestar la debilidad en la demanda interna.
A nivel anual, el panorama se torna más preocupante. Los ingresos del comercio al por mayor cayeron un 4.3 %, lo que sugiere un debilitamiento en la actividad económica subyacente, posiblemente relacionado con factores externos, como un menor dinamismo en el comercio global, o internos, como problemas logísticos y altos costos de insumos.
En el comercio al por menor, los ingresos reales disminuyeron 2.2 %, reflejando la erosión del poder adquisitivo de los consumidores ante una inflación persistente y la falta de estímulos al consumo. A pesar de estos retrocesos, las remuneraciones medias en ambos sectores tuvieron crecimientos notables (8.7 % en el comercio al por mayor y 7.9 % en el al por menor), lo cual podría ser un intento de retener talento en un mercado laboral cada vez más competitivo.
La divergencia entre el comercio al por mayor y el comercio al por menor es un reflejo de tensiones estructurales en la economía mexicana. Mientras que el primero puede beneficiarse de acuerdos comerciales y cadenas de suministro globales, el segundo está directamente influenciado por la capacidad de gasto de los hogares.
La ligera caída en los ingresos del comercio al por menor sugiere que las familias mexicanas enfrentan serias limitaciones económicas, lo que podría estar relacionado con el estancamiento en la formación bruta de capital fijo y una política fiscal que no prioriza suficientemente el estímulo al consumo interno. Además, las cifras desestacionalizadas revelan un mercado laboral en aparente estabilidad, pero con una productividad estancada, lo que podría ser insostenible a mediano plazo.
Este desempeño desigual plantea preguntas importantes sobre las prioridades económicas del gobierno. ¿Se está haciendo lo suficiente para estimular el consumo privado, que representa una parte significativa del PIB? ¿O se está dejando de lado el mercado interno en favor de objetivos a largo plazo que no necesariamente benefician a la población en el corto plazo?
La economía mexicana enfrenta retos significativos. El fortalecimiento del comercio al por mayor es positivo, pero la debilidad del consumo interno amenaza con ralentizar la recuperación económica. Es crucial que las autoridades implementen políticas que impulsen el poder adquisitivo y restablezcan la confianza de los consumidores para lograr un crecimiento equilibrado y sostenible.
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