A cien días de haber asumido la Presidencia, Claudia Sheinbaum Pardo enfrenta un panorama nacional marcado por retos económicos, políticos y de seguridad que no sólo comprometen el presente, sino que también proyectan un futuro incierto.

Más allá de los discursos oficiales y las interpretaciones ideológicas, los datos y las tendencias evidencian un país en el que los problemas se acumulan.

Desaceleración económica

Las proyecciones de crecimiento económico para 2025 han sido ajustadas drásticamente a la baja. El rango estimado ahora oscila entre 1% y 1.3%, lejos del 2.3% previsto inicialmente por la Secretaría de Hacienda. Esta desaceleración no es sólo un número en los informes oficiales; sus implicaciones tocan áreas críticas como el empleo, la inversión y el bienestar ciudadano.

En términos de inversión pública, los números son alarmantes. Se anticipa una caída mayor al 16% en términos reales, una reorientación de recursos hacia proyectos de bajo retorno económico, como los desarrollos ferroviarios. Mientras tanto, sectores estratégicos como la infraestructura industrial y logística permanecen desatendidos, limitando el potencial de crecimiento a largo plazo y debilitando la capacidad del país para atraer capital extranjero.

El mercado laboral también atraviesa una crisis. En diciembre, México perdió 405 mil empleos formales, la mayor cifra en más de dos décadas. Esta situación no sólo afecta a las familias directamente involucradas, sino que también debilita el consumo privado, uno de los principales motores de la economía interna.

Aunque la inflación muestra signos de moderación, cerrando 2024 en 4.55%, los precios de alimentos y energía continúan siendo volátiles, afectando particularmente a los sectores más vulnerables.

Instituciones en peligro

En el ámbito político, se observa una tendencia preocupante hacia la centralización del poder y la erosión de las instituciones democráticas.

Avanza la intención de desaparecer al Instituto Nacional Electoral (INE) y el debilitamiento del Poder Judicial. Ambos temas son sólo ejemplos de un cambio que amenaza con socavar la democracia mexicana.

Violencia: Una espiral sin control

La violencia y la inseguridad se mantienen como uno de los mayores desafíos para la administración actual. Pese a los esfuerzos discursivos por minimizar la problemática, la realidad apunta a un aumento sostenido de la influencia de los cárteles en amplias regiones del país. Estados como Sinaloa, Guerrero, Michoacán y Chiapas, siguen siendo un desastre.

Organizaciones como los cárteles de Sinaloa y Jalisco ejercen control político y social en diversas áreas, incluso distribuyendo apoyos y regalos en comunidades populares. En los hechos este fenómeno evidencia no sólo un debilitamiento del Estado, sino también un peligroso nivel de colusión y tolerancia hacia estas organizaciones.

Relaciones Internacionales: Tensión latente

Con la próxima toma de posesión de Donald Trump como Presidente de Estados Unidos el 20 de enero, las tensiones bilaterales podrían intensificarse. Trump ha sido un crítico feroz de la gestión mexicana en temas de seguridad, particularmente en su lucha contra el narcotráfico.

Respecto a América Latina, el respaldo público de Claudia Sheinbaum a la dictadura de Nicolás Maduro en Venezuela, calificada por ella como un "Gobierno progresista", contrasta con la postura de numerosos países latinoamericanos que rechazan la reelección del dictador por considerarlo ilegítimo.

Esta alineación ideológica, nuevamente, genera tensiones internacionales y cuestiona el compromiso del Gobierno mexicano con los valores democráticos.

México país en transición

A cien días de su mandato, Claudia Sheinbaum enfrenta una realidad compleja que ella misma está profundizando.

Los problemas económicos, políticos y de seguridad que se acumulan requieren soluciones inmediatas y estructurales. Si bien los retos heredados son significativos, las decisiones que tome su administración serán determinantes para definir el rumbo del país en los próximos años.

En este contexto, México camina por una delgada línea en la que las oportunidades para corregir el rumbo aún existen, pero las señales de alerta no pueden ser ignoradas. ¿Qué hacer? Claudia Sheinbaum tiene el poder total y la palabra.

InfoStockMx / Región Global

|@Region_Global