El Senado de la República aprobó la Ley de Ingresos de la Federación para el Ejercicio Fiscal 2025, con la cual se proyecta un ingreso total de 9.3 billones de pesos.
Mexconomy. - Sin nuevos impuestos ni incrementos a los existentes, el dictamen se avaló en lo general con 84 votos a favor y 36 en contra, mientras que en lo particular, se rechazaron todas las reservas propuestas, cerrando con 83 votos a favor y 36 en contra.
La Ley de Ingresos 2025 prevé un crecimiento económico de entre 2.0% y 3.0%, un tipo de cambio promedio de 18.5 pesos por dólar y un precio de exportación del petróleo de 57.8 dólares por barril. Estas cifras han suscitado reacciones polarizadas entre los grupos parlamentarios, quienes cuestionan su veracidad y las prioridades del gasto público.
Las posturas contrastantes expresadas en el pleno por partidos señalaron:
- Morena: Nora Ruvalcaba defendió el proyecto como un reflejo de un mercado laboral sólido y una política económica enfocada en la inversión pública y privada en regiones históricamente marginadas. Aprovechó para criticar los “desgobiernos” del PRI y PAN, a quienes culpó del rezago actual.
- PAN: Gustavo Sánchez calificó las proyecciones de crecimiento como “irrealistas” y urgió a replantear un presupuesto más conservador que no comprometa recursos inexistentes.
- PVEM: Jorge Carlos Ramírez Marín elogió la sobriedad y realismo de las cifras, expresando confianza en la conducción económica de la presidenta Claudia Sheinbaum.
- PRI: Néstor Camarillo denunció una gestión ineficaz del gasto público, criticando que apenas un 10% del presupuesto se destinará a infraestructura productiva, lo que podría agravar la crisis económica que ya afecta a las familias mexicanas.
- PT: Alejandro González Yáñez defendió la Ley como parte de un proyecto de nación basado en la economía moral, destacando un crecimiento aceptable en 2024 y priorizando el desarrollo con bienestar.
- MC: Alejandra Barrales acusó al gobierno de sustentar el dictamen en datos irreales y advirtió sobre las graves consecuencias de un crecimiento económico que podría ser inferior al 1%, según otros organismos.
Aunque el oficialismo partidista destaca la estabilidad de los ingresos y un crecimiento moderado, las oposiciones insisten en que las proyecciones no corresponden con la realidad económica actual, particularmente en un contexto global de incertidumbre.
La falta de consenso sobre la orientación del gasto dominó el debate. Las críticas plantean interrogantes sobre su viabilidad y los posibles riesgos de una política fiscal sustentada en proyecciones optimistas. Tras su aprobación, el proyecto fue remitido al Ejecutivo Federal para su promulgación, marcando el inicio de un ejercicio fiscal que promete ser desafiante y controvertido.
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