🌎🎙️ La primera participación de Claudia Sheinbaum como presidenta de México en el G20 🌐 dejó entrever las prioridades de su administración, y, para muchos, confirmó la continuidad de la agenda de su predecesor, Andrés Manuel López Obrador (AMLO) 🇲🇽🤝

InfoStockMx.- La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, en lugar de centrarse en una agenda diplomática que posicionara a México en los grandes debates globales, las intervenciones de Sheinbaum parecieron girar más en torno a consolidar el legado de AMLO y atender temas México-EE.UU. que han generado controversia.

La carta de presentación: "Sembrando Vida"

En la cumbre, tras criticar el gasto global armamentista, Sheinbaum destacó el programa "Sembrando Vida", un pilar del gobierno de AMLO enfocado en la reforestación y generación de empleo rural. Aunque el programa ha tenido éxito en algunos sectores, también ha sido ampliamente criticado por expertos ambientales que señalan que podría incentivar la deforestación en áreas donde no había cultivos previamente, además de la extensa deforestación de la selva tropical que sufrió la Península de Yucatán debido a las obras del Tren Maya.

El mensaje de Sheinbaum en el G20 fue claro: presentar a México como un modelo de justicia social y ambiental. Sin embargo, en un foro donde la inteligencia artificial, la transición energética y los retos globales dominan las conversaciones, la propuesta fue vista como insuficiente y, en términos políticos, como una forma de visibilizar a AMLO, aún, como un líder político importante.

"El Mayo" Zambada: ¿Soberanía o prioridades?

En el marco de su reunión con el presidente estadounidense, Joe Biden, Sheinbaum centró su atención en el arresto de Ismael “El Mayo” Zambada, líder histórico del Cártel de Sinaloa. La operación, realizada en julio, fue un golpe significativo al crimen organizado, pero también generó tensiones diplomáticas al llevarse a cabo en territorio mexicano sin la participación de fuerzas de seguridad mexicanas.

Sheinbaum solicitó a Biden “toda la información posible” sobre la captura, en un gesto que, según ella, busca preservar la soberanía nacional y evaluar las implicaciones de la operación. Sin embargo, críticos señalan que este énfasis refleja una postura relativa a AMLO, más interesada en él, que en construir una agenda bilateral sólida.

La detención de Zambada tiene implicaciones enormes para la seguridad en México, pero también pone en evidencia las fallas de coordinación con Estados Unidos que AMLO interrumpió de acuerdo con declaraciones del embajador Ken Salazar. No es asunto menor. La captura del capo ha desatado una ola de violencia en Sinaloa, subrayando la incapacidad del Estado para manejar las consecuencias de los operativos contra el narcotráfico.

¿Un legado que define la agenda?

Tras su participación y desarrollo de la agenda, la narrativa de Sheinbaum en el G20 muestra una continuidad casi absoluta con el discurso de AMLO: justicia social, programas de impacto local y la defensa de la soberanía nacional. Sin embargo, esta postura parece desfasada frente a un escenario global que exige que ella retome el liderazgo de México en el contexto global.

Las primeras evaluaciones tras la visita de la presidenta mexicana a Río, Brasil, apuntan que su enfoque de continuidad respecto a AMLO limita su capacidad para posicionarse como una líder global independiente y estratégica. Es un error reducir la presencia de México en el G20 a asuntos que no van más allá de la política interna o el legado de AMLO. México tiene el potencial de ser un jugador clave en debates globales, pero no parece que haya un plan claro para lograrlo.

Tal vez la presidenta mexicana no tiene opción. La participación de Sheinbaum en el G20 ha confirmado las tensiones internas de su gobierno: por un lado, la necesidad de proyectar continuidad y lealtad al proyecto de la 4T (AMLO), y por otro, la urgencia de demostrar que puede construir un liderazgo propio. Su insistencia en solicitar información sobre “El Mayo” Zambada podría interpretarse como un acto de soberanía, pero también como el foco de interés del ex presidente López Obrador.

Tal vez sea demasiado tarde, o demasiado temprano, pero si Sheinbaum aspira a consolidarse como una líder dentro y fuera de las fronteras nacionales, tendrá que demostrar que su agenda no se limita a la sombra de su predecesor, sino que puede adaptarse y responder a las demandas de una realidad global compleja y en constante cambio.

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