Las declaraciones del embajador Ken Salazar 🇺🇸 han causado incomodidad 😬 y un llamado de atención 🚨 por parte de la presidenta Claudia Sheinbaum 🇲🇽, quien señaló una "disparidad" 🔄 en los mensajes de Salazar respecto a la situación de México y su estrategia de seguridad 🔐

CDMX. - Las palabras de la presidenta Claudia Sheinbaum reflejan no solo una postura de defensa, sino también una crítica implícita al tono cambiante de la diplomacia estadounidense en temas internos de México.

Durante una conferencia en la embajada de Estados Unidos en México, Salazar criticó abiertamente la política de seguridad impulsada por el ex presidente Andrés Manuel López Obrador, particularmente el enfoque de “abrazos no balazos”. En su análisis, Salazar calificó de "fallida" esta política de prevención en seguridad, y enfatizó la necesidad de una estrategia más contundente en la aplicación de la ley para combatir la impunidad. Su pronunciamiento, que alude a la urgencia de que México asuma responsabilidad directa sobre la inseguridad, sugirió un cambio de postura que, según Sheinbaum, contradice declaraciones previas.

La respuesta de Sheinbaum, dada en su conferencia mañanera, apuntó a esta inconsistencia. "¿Cuál declaración escuchamos? ¿La de ayer o la de hace unos meses?", cuestionó la mandataria al referirse a los mensajes contradictorios de Salazar en temas clave como la reforma judicial. El embajador, comentó Sheinbaum, mostró en el pasado apoyo a dicha reforma, pero posteriormente expresó una crítica que va en sentido opuesto. La presidenta mexicana enfatizó la importancia de que los discursos diplomáticos sean consistentes para evitar interpretaciones ambiguas que puedan interferir en la política nacional.

Además de la crítica a la falta de congruencia en las declaraciones de Salazar, Sheinbaum abordó la relación de México con Estados Unidos desde una posición de autonomía. “México es un país libre, independiente, soberano. Nos coordinamos con Estados Unidos en temas de importancia, pero no hay subordinación”, subrayó. Para Sheinbaum, los lazos de colaboración en temas como el tráfico de drogas, armas y la seguridad fronteriza son fundamentales, pero el tono utilizado por el embajador en su intervención podría dar lugar a una percepción de dependencia o imposición, que México rechaza firmemente.

El posicionamiento de Sheinbaum rechaza las críticas de Estados Unidos, manifestadas en voz de su embajador, y escala hacia el ámbito de la soberanía mexicana. Salazar, al mencionar el fracaso de políticas de seguridad previas y la necesidad de aplicar la ley sin “abrazos”, pone en duda el enfoque que México ha defendido y persiste en cuestionar la estrategia que ahora recae en el gobierno de Sheinbaum.

El tono fluctuante en las declaraciones del embajador Salazar plantea el interrogante de si Estados Unidos busca una cooperación de socios iguales o un ejercicio de influencia en México. ¿Es la "disparidad" de Salazar un reflejo de una política exterior estadounidense en cambio constante, o responde a una estrategia deliberada de presión?

Las declaraciones de Salazar y Sheinbaum han escalado al grado de replantear la relación diplomática con Estados Unidos y exigir que respete los principios de soberanía sin caer en un conflicto directo. Mientras México insiste en su independencia, las señales de Washington parecen recordarle que la lucha contra el crimen y la inseguridad sigue siendo un punto de tensión donde ambos países tendrán que encontrar, o construir, una narrativa compartida y clara.

InfoStockMx / Región Global

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