“El pueblo, al ser engañado por palabras grandilocuentes, pierde de vista que el poder se ejerce para el beneficio de quienes lo detentan".Jean-Jacques Rousseau – El contrato social
La Cuarta Transformación (4T) se construyó sobre una narrativa poderosa: austeridad, justicia social y cercanía con el pueblo. Sin embargo, las acciones de algunos de sus líderes y dirigentes no solo contradicen este discurso, sino que lo ponen en entredicho.
Ricardo Monreal, líder de los diputados federales morenista y promotor a modo de una reforma fiscal que busca “redistribuir la riqueza”, encarna el tipo de contradicción que podría ser letal para el proyecto político que dice defender.
El helicóptero del bienestar
El reciente uso de un helicóptero privado por parte de Monreal, con un costo comercial de aproximadamente 5 mil dólares por viaje, simboliza mucho más que un simple traslado práctico. Es la cristalización del privilegio que la 4T prometió erradicar.
La presidenta Claudia Sheinbaum intenta justificar el acto argumentando que no se usaron recursos públicos, pero el verdadero problema no radica en quién paga la factura (que trucos sobran y más en un gobierno opaco), sino en el mensaje que envía la 4T.
Predican austeridad pero cada día se comporta más con desvergüenza en sus prácticas de élite.
Sheinbaum, fiel a su estilo, rió al mencionar que Monreal llegó en motocicleta a una reunión posterior, como si este gesto anecdótico pudiera borrar la percepción de dispendio. Pero el asunto es más serio de lo que la mandataria parece admitir. Cada contradicción no explicada erosiona la legitimidad de un proyecto político que insiste en que es diferente.
La riqueza oculta del reformador fiscal
Monreal ha planteado la necesidad de una reforma fiscal progresiva que demande "un mayor esfuerzo de los que más tienen". Suena convincente, incluso justo. Pero ¿cómo puede liderar este esfuerzo alguien a quien se le atribuyen más de 50 propiedades millonarias, que abarcan 1801 hectáreas de tierra, gasolineras y un número indeterminado de empresas?
El problema no es solo la inmensa fortuna del zacatecano, sino la opacidad que la rodea. ¿De dónde proviene? ¿Cómo se acumuló? Mientras Monreal propone gravar a los ricos, su propia riqueza, conocida y oculta, lo convierte en el epítome de la incoherencia.
¿Monreal es un reformador fiscal o un ejemplo vivo de lo que su reforma debería combatir?
El costo de las contradicciones
La 4T no puede permitirse este tipo de fisuras. Cada viaje en helicóptero, cada propiedad no explicada, cada comentario desdeñoso sobre los cuestionamientos ciudadanos, mina los valores que sostienen al movimiento.
Monreal no solo está fallando como individuo; como político está arrastrando consigo a la 4T hacia un terreno donde la credibilidad se desvanece.
La insistencia de Sheinbaum en que el helicóptero es "una decisión personal" no resuelve el problema, porque no es un tema aislado. Es parte de un patrón más amplio de conductas que contradicen los principios fundacionales del movimiento. Si el liderazgo real (AMLO) de la 4T no actúa con contundencia, se estará enviando un mensaje claro: los principios son maleables; la austeridad es sólo una bandera para los discursos, no para la práctica.
Traicionar los ideales
Ricardo Monreal debería ser ejemplo de la transformación que pregona la 4T. En cambio, para todo México se ha convertido en un recordatorio incómodo de las prácticas del pasado: acumulación de riqueza, opacidad y una desconexión con el ciudadano promedio.
Si Monreal realmente cree en la justicia fiscal que promueve, debería empezar por transparentar su fortuna y ajustarse a los estándares que exige a los demás.
El caso de Monreal es absolutamente escandaloso e hipócrita, y debería ser un llamado de atención para todo el movimiento de la 4T. El cinismo, se supone, es terreno de “los conservadores”.
La cuarta transformación no puede ser un eslogan vacío; debe reflejarse en acciones concretas. De lo contrario, los helicópteros privados y las propiedades millonarias no serán solo el pecado de un líder, sino la lápida de un proyecto que prometió un cambio auténtico.
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