En una jornada que marca un punto de inflexión en el conflicto entre Rusia y Ucrania, Moscú confirmó el primer ataque ucraniano con misiles balísticos de largo alcance ATACMS, de fabricación estadounidense, contra una instalación militar en la región fronteriza de Briansk.

Moscú.- El presidente ruso, Vladímir Putin, aprobó una nueva doctrina nuclear que amplía las condiciones bajo las cuales Rusia podría usar armamento atómico, elevando la tensión global.

El Ministerio de Defensa ruso informó que a las 3:25 de la madrugada, Ucrania lanzó al menos seis misiles ATACMS contra una base militar en Briansk. Según las autoridades rusas, las baterías antiaéreas S-400 y Pantsir derribaron cinco misiles, pero fragmentos del sexto alcanzaron el recinto, provocando un incendio que fue rápidamente controlado. “No hay muertos ni heridos”, precisó el comunicado difundido en Telegram.

El ataque se produce días después de que el presidente estadounidense, Joe Biden, autorizara a Ucrania a emplear estos misiles de largo alcance, tras meses de presiones por parte del presidente Volodímir Zelenski. Aunque en un principio se habló de restricciones geográficas a la región de Kursk, los recientes acontecimientos muestran que el alcance del permiso podría extenderse.

El Estado Mayor ucraniano describió el ataque como “exitoso” sin especificar el armamento utilizado, pero fuentes occidentales destacan que estos misiles ATACMS representan un avance estratégico al permitir a Ucrania golpear instalaciones clave dentro del territorio ruso.

Rusia en el umbral más bajo para el uso de armas atómicas

En respuesta a la decisión de Estados Unidos de dotar a Ucrania de armamento avanzado, Vladímir Putin promulgó una actualización de la doctrina nuclear rusa. Este documento, que sustituye al de 2020, amplía las circunstancias en las que Rusia podría emplear armas nucleares.

Entre los puntos destacados de la nueva doctrina se encuentra la autorización para usar armamento atómico en caso de:

  • Ataques convencionales que amenacen la soberanía o integridad territorial de Rusia y Bielorrusia.
  • Agresiones de coaliciones militares como la OTAN, independientemente de que incluyan potencias nucleares.
  • Bloqueos o intentos de aislamiento de regiones clave, como el enclave de Kaliningrado.
  • Ejercicios militares masivos cerca de las fronteras rusas.

Además, por primera vez, se incluye la posibilidad de respuesta nuclear ante el uso de drones o ataques masivos con misiles hipersónicos y de crucero.

Analistas consideran que esta doctrina, que describe las armas nucleares como un “instrumento de disuasión defensiva”, reduce significativamente el umbral para su uso. La referencia explícita a alianzas como la OTAN y el creciente acercamiento de su infraestructura militar a las fronteras rusas son vistas como una advertencia directa a Estados Unidos y sus aliados europeos.

Escalada peligrosa

La coincidencia del ataque con misiles ATACMS y la promulgación de la nueva doctrina nuclear ocurre en un contexto simbólico: los 1,000 días de combates en Ucrania. A medida que las tensiones entre Rusia y Occidente alcanzan un nuevo nivel, los riesgos de una escalada impredecible son mayores que nunca.

Mientras tanto, las palabras del portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, resuenan con inquietud: “Los fundamentos actualizados de la política de disuasión nuclear han sido publicados oportunamente”. Este doble mensaje, acompañado por la acción militar en Briansk, deja claro que Rusia está dispuesta a endurecer su postura si siente que su soberanía está amenazada.

El ataque con misiles ATACMS y la nueva doctrina nuclear representan un punto crítico para la paz internacional. La capacidad de las potencias mundiales para manejar esta crisis determinará si el conflicto en Ucrania se mantiene limitado o si deriva en una confrontación global de consecuencias impredecibles.

InfoStockMx / Región Global

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