El primer Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) de la presidenta Claudia Sheinbaum marca un cambio significativo en las prioridades del gasto público en México.
Mexconomy.- Este proyecto, que deberá ser aprobado por el Congreso, redefine los recursos asignados a las dependencias federales, dejando claros ganadores y perdedores en el panorama financiero de 2025.
Las más afectadas: Sedena lidera los recortes
La Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), que durante la administración de Andrés Manuel López Obrador fue beneficiada con amplios recursos, encabeza ahora la lista de las dependencias con mayores recortes.
Con una asignación de 151,995 millones de pesos, la reducción proyectada es de 43.8% en términos reales frente a 2024.
La reducción de recursos también afecta otras áreas estratégicas:
- Semarnat, encargada de políticas ambientales clave, sufriría una baja del 39.4%.
- SSPC, fundamental en temas de seguridad pública, enfrentará una reducción del 36.2%.
- Salud, con una disminución del 34%, levanta preocupaciones sobre los servicios de atención médica.
Instituciones reguladoras como la Comisión Reguladora de Energía (CRE) y la Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH) recibirán cerca de un tercio menos de presupuesto.
El auge de Sedatu y la infraestructura
En contraste, el presupuesto propuesto refleja un incremento extraordinario en áreas relacionadas con desarrollo urbano e infraestructura:
- Sedatu, con un incremento del 183.3%, recibe 38,048 millones de pesos. Este aumento apunta a fortalecer programas de vivienda y urbanismo.
- SICT, con un aumento del 72%, contará con 140,799 millones de pesos para proyectos clave de movilidad y transporte.
- Entidades no sectorizadas, que incluyen a organismos como el Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas y el Instituto Nacional de las Mujeres, recibirán un aumento del 21%.
Cambio de prioridades
Este viraje presupuestal refleja un enfoque estratégico hacia infraestructura, vivienda y desarrollo urbano, áreas que han sido bandera de Sheinbaum en sus anteriores gestiones.
Sin embargo, los recortes en seguridad, medio ambiente y salud podrían enfrentar críticas, especialmente en un contexto donde estos sectores demandan mayor atención.
Mientras el debate legislativo continúa, el PEF 2025 ya ha revelado las prioridades de la nueva administración: un país con mayor énfasis en la urbanización y desarrollo social, aunque a costa de otras áreas fundamentales y algunas en crisis como seguridad.
La redistribución de recursos redefine el panorama financiero para las dependencias federales. Pinta un retrato claro de la apuesta política de la administración Sheinbaum: No quiere un México más seguro ni más igualitario. Su orientación es el modelo de un negocio público urbano con costos aún imprevistos.
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