En un fallo que podría tener importantes repercusiones comerciales y políticas, México ha perdido un panel de solución de controversias contra Estados Unidos en el marco del T-MEC debido a las restricciones impuestas a las importaciones de maíz transgénico estadounidense para consumo humano

Mexconomy.- Este revés obligaría al país a retirar su decreto de prohibición o, de lo contrario, enfrentaría represalias económicas, las cuales podrían ser impuestas a partir del 20 de enero, cuando Donald Trump inicie su segundo mandato presidencial en Estados Unidos.

De acuerdo con fuentes cercanas al reporte preliminar, el fallo indica que México violó los capítulos del T-MEC relacionados con acceso a mercado y medidas sanitarias y fitosanitarias. Según el especialista en comercio Kenneth Smith, el país tenía pocas probabilidades de ganar esta disputa al no contar con evidencia científica concluyente de que el maíz transgénico represente riesgos a la salud. “En más de 30 años de consumo, no se ha podido demostrar daño alguno”, comentó Smith, exjefe negociador del T-MEC.

La decisión pone al gobierno mexicano en una situación delicada, ya que el decreto de 2023 buscaba proteger el maíz como centro de origen y preservar la diversidad genética ante la entrada de organismos genéticamente modificados. Esta postura refleja tanto la preocupación de la comunidad científica como de los productores rurales, quienes han alertado sobre los riesgos potenciales para el maíz nativo. Sin embargo, la falta de evidencia científica ha sido un obstáculo para que México sustente estas restricciones bajo las normas comerciales internacionales.

Además, el fallo se suma a otro conflicto en torno al uso del herbicida glifosato, cuyo uso en México fue limitado progresivamente desde 2020, con una prohibición total planeada para este año que no se pudo implementar completamente por falta de alternativas. Estados Unidos también ha cuestionado esta política, lo cual refleja la tensión en torno a las políticas agrícolas soberanas de México y su alineación con el T-MEC.

Si el reporte final confirma el fallo preliminar, además de probables sanciones financieras, México enfrentará una difícil decisión: levantar la prohibición al maíz transgénico para consumo humano, lo que representaría un cambio en su política agrícola y alimentaria, o enfrentar las posibles represalias de Estados Unidos mientras intenta impugnar dichas sanciones.

En cualquier caso, este conflicto marca un precedente en la relación comercial entre ambos países, evidenciando las limitaciones de México para establecer políticas proteccionistas y la necesidad de que fortalezca sus fundamentos científicos y regulatorios en temas de biotecnología agrícola.

InfoStockMx / Región Global

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