En un artículo publicado en The Washington Post, el ex presidente Ernesto Zedillo denunció lo que considera una amenaza directa al sistema democrático mexicano.

En su crítica, Zedillo alerta sobre los cambios impulsados por el gobierno de Claudia Sheinbaum y el partido Morena, acusándolos de intentar instaurar un régimen autoritario mediante la reforma judicial, la eliminación de órganos autónomos y el control del Instituto Nacional Electoral (INE). Estas medidas, dijo, buscan consolidar el poder gubernamental sin contrapesos.

InfoStockMx.- Zedillo calificó de “estocada final” la reciente aprobación de la reforma de “supremacía constitucional”, la cual establece que ninguna reforma a la Carta Magna puede ser impugnada ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN). Este cambio, explicó, elimina el control judicial sobre las enmiendas constitucionales, debilitando a la SCJN y permitiendo que el Congreso imponga reformas sin revisión ni restricción judicial.

La preocupación del exmandatario radica en que, bajo este esquema, el Poder Judicial pierde la capacidad de garantizar la constitucionalidad de las reformas, un elemento central para la protección de derechos en cualquier democracia. Zedillo enfatizó que, pese a la reciente publicación de un proyecto de opinión de la SCJN que reafirma su autoridad para revisar reformas constitucionales, los legisladores de Morena respondieron rápidamente impulsando una ley para eliminar esta prerrogativa. “Este último movimiento ha desenmascarado completamente a Morena: su intención es transformar el régimen político de México en uno autoritario”, advirte.

Control Político Disfrazado

Otro aspecto de la reforma que Zedillo cuestiona es el cambio en el sistema de selección de jueces y magistrados, quienes pasarán a ser elegidos por voto popular a partir de listas de candidatos previamente seleccionados. Si bien este cambio ha sido presentado por el gobierno como un avance democrático, Zedillo considera que es un modelo que “socava la imparcialidad, independencia e integridad judicial, pilares de un sistema legal justo y equitativo”.

Para el exmandatario, el hecho de que el partido gobernante controle la lista de candidatos compromete el profesionalismo e independencia del Poder Judicial.

Señaló que en sistemas democráticos consolidados, los jueces son seleccionados por comités independientes y a través de criterios de mérito y capacidad, evitando así influencias políticas y manteniendo la imparcialidad judicial. “El reemplazo del Poder Judicial está siendo presentado como un proceso democrático, con jueces que serán elegidos por voto popular, pero este argumento es absurdo: las listas serán efectivamente determinadas por el partido gobernante”, criticó.

Claudia Sheinbaum, “Continuidad” del Proyecto de López Obrador

Zedillo no sólo enfocó su crítica en las reformas de Morena, sino también en la actuación de la presidenta Claudia Sheinbaum, quien, según él, ha continuado con el proyecto de Andrés Manuel López Obrador, alineándose con el esquema de centralización del poder.

Zedillo lamentó que Sheinbaum, la primera mujer en alcanzar la presidencia, haya optado por “redoblar su apoyo al esquema antidemocrático de AMLO”, en lugar de utilizar su mandato para fortalecer el Estado de Derecho y la democracia.

Zedillo acusó a Sheinbaum de emular las tácticas de su predecesor al descalificar a jueces y críticos del gobierno. Señaló que, además de respaldar las reformas que debilitan la independencia judicial, Sheinbaum ha abogado por ignorar las resoluciones judiciales, fomentando una “crisis constitucional” que podría comprometer la gobernabilidad democrática de México.

En su análisis, Zedillo hace un llamado a detener lo que él considera una regresión democrática. La presidenta Sheinbaum, argumentó, debería iniciar un proceso genuino de reforma que garantice un Estado de Derecho y fortalezca la seguridad ciudadana, en lugar de apoyar un esquema que, según él, lleva al país hacia el autoritarismo.

Zedillo señaló que su administración (1994-2000) consolidó una reforma judicial que fue la base para un régimen democrático, asegurando la independencia del Poder Judicial y estableciendo mecanismos de control y contrapesos necesarios en una democracia.

El escenario actual, agregó, pone en riesgo ese avance. “La crisis constitucional que está alimentando no proporcionará la buena gobernanza democrática para la que fue elegida”, concluyó, en referencia a Sheinbaum.

¿Hacia Dónde se Dirige México?

Las declaraciones de Zedillo reflejan un sentir amplio entre analistas y figuras de la oposición, quienes ven en las reformas judiciales y electorales una amenaza a los principios de democracia e independencia que México ha defendido durante las últimas tres décadas.

Al eliminar los órganos autónomos y el control judicial, el gobierno podría tener la facultad de moldear las leyes sin oposición, generando un Estado sin contrapesos y controlado por una sola fuerza política.

La crisis constitucional que advierte Zedillo, de suceder, podría marcar un punto de inflexión para el sistema político mexicano.

Ante esta situación, el debate sobre la reforma y el futuro de la democracia en México se vuelve más urgente. Los cambios impulsados por la presidenta Claudia Sheinbaum y los legisladores de Morena, y aliados, no solo afectan el presente, sino que van a redefinir los valores democráticos en el país.

InfoStockMx / Región Global

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