🔍⚖️ La Fiscalía General de la República (FGR) investiga por contrabando y fraude fiscal a 24 empresas que, señala, introducen a México productos con documentos falsos 📄➡️🇲🇽 para venta en plataformas digitales 💻🛒 ❓🤔 ¿Son estas empresas la raíz del problema de la invasión de mercancías chinas 🏯📦 en México?
InfoStockMx.- La investigación de la FGR sobre estas 24 empresas revela un problema más amplio: la preocupante laxitud en las aduanas mexicanas, donde la permisividad y la corrupción facilitan el flujo de mercancías ilegales.
Este caso, que -se presume- involucra productos introducidos con documentos falsos y comercializados en plataformas electrónicas como Amazon, Mercado Libre y Walmart, pone en el ojo del huracán no solo a las empresas señaladas, sino a un sistema aduanero que falla en garantizar el cumplimiento de la normatividad.
Las compañías investigadas son: Comercio Digital Gaon, Comercializadora de Marcas JSB, Easy-shop Internacional, Marketer Textil, DY in Line, Raga Net, Janutdch, Hidranur, Distribuidora Lapcos Inc. de México, Lanificio del Piero y Coleman Gray Comercializadora. Se incluyen a Nivel Textil, Pitipa, Confecciones Muhad, Bisuling, Isranana, Akelmax, Seatleo Commerce, HB Shop, World Trade Mau y Buen Importaciones, Grupo Invi Vial y Fonowii, así como Pinyang Xizhe Electronic Commerce Co. Ltd.
La raíz del problema
Aunque las empresas señaladas son las protagonistas de esta trama, el verdadero problema radica en las aduanas. Estas se han convertido en puertas abiertas para el ingreso de mercancías ilegales debido a controles deficientes y una supervisión permisiva. La falta de una fiscalización efectiva permite que productos sin etiquetado, que no cumplen las Normas Oficiales Mexicanas (NOM) o que son adquiridos con documentos falsos, ingresen y sean vendidos a precios bajos, generando una competencia desleal para los comerciantes que cumplen con las leyes.
La FGR señala que entre los productos ofrecidos a precios extremadamente bajos destacan sillas gamer por $1,700, camas de masaje por $1,600 e hidrolavadoras por $1,300, todos por debajo de los precios promedio del mercado.
De acuerdo con la investigación, las empresas involucradas han utilizado las plataformas de comercio electrónico como vehículo para vender los productos de contrabando, aprovechándose de la falta de verificación en el origen de las mercancías. Aunque estas plataformas no son responsables directas de las irregularidades, implícitamente se evidencia que su modelo de operación, que funciona como intermediario, fomenta un ambiente donde los controles pueden ser fácilmente eludidos.
¿Justos por pecadores?
El enfoque de la FGR, que incluye citar a los apoderados de las plataformas electrónicas como testigos, podría desviar la atención del problema central: la ineficiencia y la corrupción en las aduanas. Si bien es necesario investigar y sancionar a las empresas involucradas en caso de irregularidades, centrar los esfuerzos en los intermediarios digitales sin atender las raíces del contrabando solo perpetuará las fallas estructurales del sistema de comercio exterior que, fiscalmente, corresponde al SAT investigar.
El contrabando no es solo un acto aislado de empresas que buscan maximizar ganancias ilegales, sino el reflejo de un sistema aduanero fracturado. Mientras no se fortalezcan los controles en las aduanas y se sancione con firmeza a quienes permiten el ingreso de mercancías irregulares, los esfuerzos por combatir estas prácticas serán en vano. La persecución de los “pecadores” no debe traducirse en castigos para los “justos”, y menos aún en medidas que afecten a plataformas, empresas o consumidores que operan de buena fe.
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