“La democracia es una forma de limitar el poder, no de centralizarlo.” Friedrich Hayek – Economista y filósofo
Reformas Judiciales y el Auge del Centralismo en un País Marcado por el Estancamiento y la Violencia
Con una economía prácticamente estancada, una ola de violencia sin precedentes, y un aumento alarmante en el déficit y la deuda pública, México enfrenta uno de sus periodos más oscuros en décadas. A esto se suman recientes reformas que centralizan el poder y debilitan la independencia de instituciones fundamentales como el Poder Judicial. ¿Qué futuro nos espera?
Para el ex presidente Ernesto Zedillo, quien alzó la voz en un artículo reciente en The Washington Post, estas reformas representan “la estocada final” a la democracia mexicana y el camino hacia un régimen autoritario. Sin embargo, la perspectiva de Zedillo es solo la punta de un iceberg de problemáticas que poco a poco amenazan con asfixiar al país. ¿Qué depara el futuro para México en medio de esta turbulencia y creciente centralización del poder? Revisemos.
Estancamiento Económico, Desigualdad y Opacidad Gubernamental
En los últimos seis años, la economía mexicana ha crecido menos de un 1% anual, un dato alarmante para una nación con más de 130 millones de habitantes, cuya mayoría se enfrenta a un deterioro en su nivel de vida. La pobreza extrema, que afecta a millones de mexicanos, ha incrementado notablemente, reflejando el deterioro de los indicadores sociales en el país.
A medida que el crecimiento económico se estanca, el desempleo y la informalidad crecen, reduciendo la calidad de vida de millones de familias. En un contexto donde la pobreza y la falta de oportunidades son cada vez más profundas, el gobierno parece apostar por un modelo de centralización que, según Zedillo y otros analistas, podría ahondar las desigualdades y la desesperanza.
El aumento de la deuda pública es otro factor que pone en riesgo la estabilidad económica del país. Al séptimo mes de 2024, la deuda bruta del sector público alcanzó los 17.1 billones de pesos, lo que representa una carga significativa para las finanzas de la nación. Este endeudamiento, del cual el 94% es responsabilidad del Gobierno Federal, se ha disparado en paralelo al aumento del déficit público, que pasó del 2% al 5% del PIB en seis años. Este escenario pone en riesgo la capacidad de México para sostener políticas públicas que generen bienestar y desarrollo, y aumenta la presión para una intervención estatal que, de mantenerse en el actual contexto de centralización, podría derivar en un control absoluto de los recursos sin transparencia ni rendición de cuentas.
Violencia, Seguridad y Centralización del Poder, Errores Históricos
Mientras el país vive en el estancamiento económico, la violencia ha alcanzado niveles insostenibles. En los últimos seis años, México ha registrado aproximadamente 200 mil homicidios dolosos, reflejando una crisis de seguridad sin precedentes. La estrategia de “abrazos, no balazos” implementada en los últimos años ha sido severamente criticada por sus resultados insuficientes, mientras cárteles y organizaciones criminales amplían su control territorial y sus operaciones ilícitas.
Esta situación no solo pone en riesgo la seguridad de la población, sino que afecta el desarrollo de comunidades enteras y limita la inversión en el país, lo que a su vez agrava la ya precaria situación económica.
A medida que la inseguridad se convierte en la norma, el gobierno parece responder con políticas que centralizan el poder, debilitando el sistema de contrapesos necesario para garantizar la justicia y el respeto a los derechos humanos.
La eliminación de órganos autónomos y el debilitamiento de la SCJN son errores históricos que tendrán repercusiones por años y se perfilan como maniobras para concentrar el poder en un solo eje, eliminando cualquier resistencia que pudiera exigir cuentas claras o cuestionar la eficacia de la estrategia de seguridad actual.
Corrupción y Deterioro Institucional: México a la Par de los Países Más Corruptos
La percepción de corrupción en México también se ha deteriorado gravemente. Según el Índice de Percepción de la Corrupción de Transparencia Internacional, el país ha descendido posiciones, ubicándose en el lugar 124 de 180 países, junto a naciones como Bolivia, Kenia, y Pakistán.
Este descenso es un reflejo de la creciente falta de confianza en las instituciones y en la capacidad del gobierno para manejar sus recursos de manera justa y transparente. Con la eliminación de organismos autónomos y la creciente influencia del gobierno en la selección de jueces, expertos y activistas temen que esta situación empeore, colocando al país en una posición vulnerable ante prácticas de corrupción y abuso de poder.
La falta de controles y de organismos que supervisen de manera independiente la función pública podría agudizar la corrupción y el clientelismo, favoreciendo un sistema en el que las decisiones respondan a intereses políticos y personales, en lugar de responder a las necesidades de la población.
Este escenario centralista no solo afecta a los organismos de justicia, sino también al INE, un pilar de la democracia en México cuya independencia está en peligro ante el deseo del gobierno de tener mayor influencia en los procesos electorales.
Perspectiva a Futuro: Democracia en Peligro y el Riesgo de un Estado Autoritario
El panorama para México es incierto. En un escenario donde el gobierno centraliza el poder, elimina controles, estanca la economía, incrementa su deuda, es corrupto y no logra frenar la violencia, el riesgo de autoritarismo es real.
El modelo de democracia y justicia independiente que se construyó en las últimas tres décadas parece estar siendo desmantelado.
De consolidarse esta tendencia, México podría entrar en una era de autoritarismo, caracterizada por un sistema judicial controlado, una democracia simulada y un entorno donde la voz ciudadana queda relegada a favor de un poder ejecutivo fortalecido.
La crisis de gobernabilidad no es un simple asunto de teorías políticas, sino una amenaza que podría marcar un retroceso histórico para México. Las recientes reformas y el escenario de violencia, estancamiento y pobreza plantean un desafío monumental: ¿Puede México revertir esta tendencia o está encaminado a un régimen autoritario?
Con el debilitamiento de los contrapesos, el estancamiento económico y la inseguridad desbordada, la ciudadanía podría encontrar cada vez más difícil acceder a una justicia imparcial, participar en elecciones libres y transparentes, o confiar en un Estado que le proteja y respalde. En un país desgastado por la violencia y la estrechez económica, la consolidación del poder total en el gobierno podría resultar devastadora, llevando a México a un punto de no retorno.
Los partidos políticos de oposición hace mucho que están rebasados. La respuesta de la sociedad, la comunidad internacional y los propios líderes políticos será fundamental para el futuro de México. El país se encuentra en una encrucijada, y de las decisiones que se tomen en los próximos años dependerá si México mantiene el camino de la democracia y el desarrollo o cae en la trampa del autoritarismo.
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