En un movimiento que podría redefinir el conflicto entre Ucrania y Rusia, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, habría autorizado a Ucrania el uso de armas estadounidenses de largo alcance para ataques selectivos en territorio ruso.

InfoStockMx.- El diario The Washington Post informó lo anterior, lo que marca un punto de inflexión en la guerra y plantea riesgos significativos para la estabilidad geopolítica mundial.

Según el rotativo estadounidense, que cita a dos altos funcionarios del Gobierno de Biden, la decisión responde al reciente envío de unos 10,000 soldados norcoreanos a las fuerzas rusas, destinados a reforzar las tropas que buscan recuperar el control de territorios en la región de Kursk. Pionyang, tradicional aliado de Moscú, ha intensificado su implicación en el conflicto, lo que habría precipitado la autorización de estos misiles.

Las armas autorizadas, concretamente misiles supersónicos guiados ATACMS, tienen un alcance de hasta 300 kilómetros y son capaces de transportar cabezas convencionales o de racimo. Estas herramientas, largamente solicitadas por el gobierno de Volodímir Zelenski, podrían permitir a Ucrania degradar significativamente la capacidad militar rusa y ganar terreno estratégico.

Riesgos geopolíticos

La decisión de Biden eleva el riesgo de que el conflicto escale hacia dimensiones más amplias:

  • Respuesta rusa: El uso de armas estadounidenses para atacar territorio ruso podría interpretarse como una línea roja cruzada por Moscú. Esto aumenta el riesgo de represalias directas contra Ucrania y sus aliados occidentales.
  • Involucramiento norcoreano: La participación activa de Corea del Norte como aliado militar de Rusia podría abrir nuevos frentes de tensión, extendiendo el conflicto a Asia-Pacífico.
  • Desafío para las negociaciones futuras: La entrada de estas armas en el conflicto puede reforzar la posición negociadora de Ucrania, pero también endurecer las posturas de Rusia y sus aliados, complicando cualquier intento de solución diplomática.

Este desarrollo no solo redefine el conflicto actual, sino que también plantea desafíos significativos para el equilibrio global:

  • Disuasión nuclear debilitada: Rusia podría recurrir a una retórica más agresiva sobre su capacidad nuclear, elevando el riesgo de un error de cálculo que desate un conflicto mayor.
  • Presión sobre la OTAN: Los aliados de Estados Unidos en Europa, particularmente aquellos más cercanos a Rusia, podrían ser forzados a tomar medidas más agresivas o sufrir represalias rusas.
  • Impacto económico: Una escalada prolongada podría afectar mercados globales clave, como el energético y el alimenticio, profundizando las crisis económicas en varias regiones.

El factor político estadounidense

Esta decisión se toma en un contexto de transición política en Estados Unidos. Con el cambio de administración en enero, cuando Donald Trump podría asumir nuevamente la presidencia, existe incertidumbre sobre el futuro de la política estadounidense hacia Ucrania. Trump ha prometido acabar con la guerra, aunque no ha aclarado si esto implicará concesiones a Vladímir Putin, lo que podría debilitar la posición ucraniana en las negociaciones.

La autorización de Biden para el uso de misiles ATACMS representa un apoyo crucial para Ucrania, pero también un paso que podría intensificar la guerra. Con nuevos actores como Corea del Norte sumándose al conflicto y el potencial de una escalada directa entre grandes potencias, la estabilidad global enfrenta una prueba crítica.

En este delicado equilibrio, el mundo observa con atención los próximos movimientos de las partes involucradas, pues las decisiones que se tomen en los próximos meses definirán no solo el desenlace del conflicto en Ucrania, sino también el futuro del orden internacional.

InfoStockMx / Región Global

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