🚨 El alcalde Adán Domínguez se dobló 🤔 A días de dejar su puesto, comienza a retirar las vallas del Centro Histórico 🛑🛒, permitiendo el regreso de ambulantes 🤷♂️ Los empresarios denuncian pérdidas millonarias 💸📉 y cierres de negocios 🚧 Lo que parecía una medida de orden terminó siendo un cambio de dirección sin resultados ❌
Puebla de Zaragoza, Pue.- A pocos días de finalizar su mandato, el alcalde Adán Domínguez Sánchez da marcha atrás a uno de los operativos más controvertidos de su administración: la restricción del comercio ambulante en el Centro Histórico de Puebla.
Tras dos meses de un rígido control policial que bloqueó el acceso vehicular a varias calles principales, el día de hoy el edil decidió, sin previo aviso y sin confirmarlo oficialmente, retirar las vallas metálicas y permitir el regreso de los vendedores informales a las calles de la 2 a la 12 Poniente-Oriente.
Este abrupto cambio de dirección se da luego de la denuncia de la Asociación de Empresarios Establecidos del Centro de Puebla, que, tan solo un día antes, informó que el operativo les había causado pérdidas millonarias y el cierre de decenas de comercios. Pavel Tobón Mendoza, líder de la organización, comentó que fue el propio secretario de Gobernación quien le notificó la decisión de reabrir las vialidades, aparentemente en un intento desesperado por aplacar las críticas.
La pregunta que todos se hacen es, ¿qué pasó con el compromiso del alcalde de mantener el operativo hasta el final de su gestión? Apenas hace unas semanas, Domínguez Sánchez reiteraba que la medida era necesaria para “ordenar” el ambulantaje y preservar la seguridad en el corazón de la ciudad.
Sin embargo, ahora, en una medida que parece más política que estratégica, ha cedido a la presión de los empresarios y comerciantes.
Casi para despedirse, Adán Domínguez pone en evidencia su falta de coherencia y, sobre todo, de voluntad política para enfrentar el problema del comercio ambulante en Puebla.
No es la primera vez que la administración de Domínguez actúa dando palos de ciego, pero esta vez, el costo de la indecisión lo han pagado no solo los comerciantes formales, sino también la ciudadanía que, por meses, sufrió los inconvenientes de un operativo que al final no tuvo resultados tangibles.
Con el retiro de las vallas y la retirada de los elementos de la Secretaría de Seguridad Ciudadana, queda claro que el alcalde Adán Domínguez no tuvo nunca la intención ni la capacidad de hacer frente a las problemáticas de fondo que aquejan al Centro Histórico. Hoy, a tan solo días de dejar su puesto, su administración parece más preocupada por silenciar las críticas que por dejar un legado de orden y seguridad en la ciudad.
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