🕊️ El asesinato de Alejandro Arcos Catalán, alcalde de Chilpancingo, reveló la tragedia del abandono en Guerrero 🧑‍⚖️ Sin respuesta de la gobernadora Evelyn Salgado 📞 y traicionado por los partidos que lo postularon 🏛️, Arcos quedó a merced del Crimen

InfoStockMx.- En Guerrero, una espiral de violencia sigue devorando vidas y destruyendo esperanzas.

El pasado 6 de octubre, el Alcalde de Chilpancingo, Alejandro Arcos Catalán, fue asesinado y decapitado en circunstancias escalofriantes y misteriosas: Se encontraba solo, sin escolta ni protección, camino a Petaquillas, una zona conocida por el dominio del grupo criminal "Los Ardillos".

La noticia estremeció, primero a Chilpancingo, después a todo México. Muchas preguntas sin respuestas - ¿Por qué Arcos Catalán quedó completamente solo?

Ni los partidos que dieron origen a su candidatura, ni las autoridades estatales, le respondieron en los momentos críticos.

Durante su breve gestión, Arcos Catalán sufrió la violencia del crimen organizado que ha devastado a Chilpancingo, una y otra vez, donde dos poderosos cárteles, "Los Tlacos" y "Los Ardillos", disputan el control de la capital y las regiones aledañas.

Pese a la serie de asesinatos previos de funcionarios municipales, el llamado de Arcos para reforzar la seguridad del municipio no tuvo eco.

Ha quedado confirmado que el alcalde acudió a la Gobernadora de Guerrero, Evelyn Salgado, solicitando apoyo, pero no obtuvo respuesta. “No me contesta el teléfono”, habría confiado el edil a sus allegados, frustrado por el desamparo en el que se encontraba.

Pero también se sabe ahora que Arcos fue traicionado no solo por la falta de apoyo gubernamental, sino también por los partidos que lo llevaron al poder: Las fuerzas políticas que lo postularon —PRI, PAN y PRD— lo abandonaron cuando las amenazas del crimen organizado arreciaron.

Previo al violento homicidio, el alcalde enfrentaba solo las presiones de los dos grupos criminales más peligrosos de Guerrero. “Lo dejaron solo”, dijo un político cercano.

Días antes de su muerte, dos de sus colaboradores más cercanos fueron asesinados: Ulises Hernández, capitán del Ejército y futuro Secretario de Seguridad Municipal, y Francisco Gonzalo Tapia, Secretario del Ayuntamiento. Estos homicidios, ocurridos el 27 de septiembre y el 3 de octubre, respectivamente, marcaron un sombrío preludio para lo que vendría: La violenta decapitación de Alejandro Arcos Catalán.

Tras su asesinato, el Secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, Omar García Harfuch, declaró que Arcos nunca había solicitado protección de la Guardia Nacional.

Sin embargo, a pesar de que el homicidio del edil fue conocido en las mesas de seguridad estatal y federal, no hubo una respuesta inmediata para reforzar su seguridad y la de Chilpancingo.

La Gobernadora Salgado condenó el crimen con un mensaje público y prometió investigar, pero no se presentó en Chilpancingo ni proporcionó actualizaciones sobre la investigación.

Los ciudadanos, indignados y dolidos, salieron a las calles el jueves, exigiendo su renuncia y reclamando justicia para el alcalde victimado.

El capítulo no se ha cerrado. Chilpancingo ya tiene nuevo Alcalde, Gustavo Alarcón Herrera, veterano priista e hijo de un exalcalde de la ciudad, asumió la alcaldía.

Hay división en Chilpancingo. Algunos argumentaron que debería ser la viuda de Arcos, Sandra Solís, quien debería tomar el relevo. La viuda no se ha pronunciado y Alarcón tomó el control, respaldado por el grupo político del ex gobernador Rubén Figueroa Alcocer.

La vida sigue.

En el fondo nada ha cambiado: Chilpancingo sigue atrapado en el mismo ciclo de violencia, pero ahora con un nuevo alcalde que deberá enfrentar las mismas amenazas y a las mismas manos que decapitaron a Alejandro Arcos Catalán en esa hora oscura.