“No se confundan con ‘izquierda’ o ‘derecha’. Antes del esclavismo ya existía el poder y dos grupos: los que mandan (los menos) y los que obedecen (los más). Sic est, id erit.”
A mediados de los ochenta prácticamente tenía concluidos los estudios de la licenciatura en Economía y comencé una segunda carrera (Actuaría) en la Facultad de Ciencias de la UNAM. Ahí conocí a la compañera Claudia Sheinbaum Pardo. Ella era apenas visible en su participación en los debates estudiantiles, prácticamente improvisados, que giraban en torno a tres temas: las cuotas de inscripción en los niveles de bachillerato y licenciatura, la probable cancelación del pase automático (de bachillerato a licenciatura) y lo relacionado con el número de exámenes extraordinarios por materia.
Para tener una idea, en pesos actuales, la inscripción costaba algo así como 250 pesos, y el rector Jorge Carpizo planteaba que el costo fuera de unos 800 pesos. Los exámenes extraordinarios hoy costarían aproximadamente 25 pesos, y la rectoría planteaba aumentarlos a unos 200 pesos.
La mecha de la oposición a las iniciativas “reformistas” prendió, y los grupos estudiantiles no tardaron en agregar a la agenda el tema de “los rechazados”, tanto en bachillerato como en el nivel profesional. El debate creció, la cantidad de estudiantes que se involucraron en torno al Consejo Estudiantil Universitario (CEU) también, y a la compañera Claudia Sheinbaum se le veía ahí con mayor frecuencia.
A diferencia de ella y de muchos compañeros, solo participé en debates cuando me era posible. Ya para entonces repartía mi tiempo entre la “neoliberal” Secretaría de Hacienda y Crédito Público, donde trabajaba, la Facultad de Economía, donde daba algunas clases y participaba en algunas investigaciones, y la Facultad de Ciencias, donde estudiaba Actuaría.
En prácticamente un año, la compañera Claudia Sheinbaum ya era una participante muy activa en el CEU y era una voz firme en su oposición a las reformas universitarias del rector Jorge Carpizo. La agenda que ella asumió era que la UNAM fuera totalmente gratuita, que no se restringiera el número de exámenes extraordinarios, que se mantuviera el pase automático y que no hubiera rechazados. Y creo que no ha cambiado.
Años después, la compañera Claudia Sheinbaum Pardo, en cuestión de horas, será la primera Presidenta Constitucional de la República de los Estados Unidos Mexicanos. Solo por el conocimiento científico y el criterio político que posee, me consta, creo que tiene el potencial para ser la mejor presidenta, de entre los presidentes, que México haya tenido.
Hay que apoyarla, exigirle a Andrés Manuel López Obrador que la deje gobernar y que la agenda política de Morena no le ponga obstáculos en el camino.
Claudia Sheinbaum y los desafíos de México
Los problemas de México siguen siendo los mismos que hace seis años, solo que incrementados. Gran parte de ellos están ahí, enquistados, cancerosos, en los rincones podridos de los poderes públicos: en el gobierno federal, los gobiernos estatales y en los gobiernos municipales; en sindicatos y organizaciones a modo; en el crimen organizado y desorganizado; y en una buena cantidad de “empresarios”. No están en las figuras de humo del ‘viejo régimen’, los ‘neoliberales’, los ‘conservadores’ y tantas otras ocurrencias como conceptos de un falso debate distractor de los problemas reales y polarizador para ganar elecciones.
La compañera Claudia Sheinbaum lo sabe bien. Espero, sinceramente, que con esa vehemencia que le conocí, indignada en contra del oficialismo de la rectoría de la UNAM, gritando consignas y con el puño en señal de lucha firme en contra del incremento de unos cuantos pesos a las cuotas universitarias, hoy reaccione con firmeza y coraje —por ejemplo— frente al saqueo infame de los recursos públicos.
Eso espero en congruencia con su pasado: autoridad real frente al fenómeno de la corrupción, entre otros, que produce impunemente alrededor de 10 mil 'millonarios' por sexenio en todo el país. Unos de mayor rango que otros, desde luego, pero todos fruto maldito de un sistema corrupto que gobierna alrededor de 131 millones de habitantes.
Al iniciar el siglo XXI, México estaba dentro de las principales 10 economías del mundo (era la número 9). Hemos retrocedido mucho. Ocupamos en 2024 el lugar número 14, con un PIB por persona que nos sitúa en el lugar número 30 del mundo, que en valor sigue siendo igual al registrado en el año 2017, con todo y la mentada recuperación del salario mínimo y la “reducción” de la pobreza de este sexenio.
Si la compañera Claudia Sheinbaum construye un buen gobierno, México tiene el potencial de duplicar el PIB actual, pasando de 2 a 4 billones de dólares para finales de 2030. Si se equivoca, en 2025 pasaremos del estancamiento a la recesión; si en 2026 el acuerdo comercial con Estados Unidos y Canadá se interrumpe, habrá una crisis económica y México tardará lo que resta de su gobierno en recuperarse. Para entonces, el crimen, la inseguridad y la pobreza habrán incrementado su potencial destructivo; las libertades y derechos civiles se habrán erosionado más todavía, de manera que la Guardia Nacional y el Ejército mexicano tendrán mucho trabajo.
Futuro, como en el pasado
A México le urge un buen gobierno respaldado por instituciones fuertes. Deseo que la compañera Claudia Sheinbaum Pardo tenga un gobierno exitoso.
No sé si la saludaré en algún punto durante su administración. Le escribiré, eso sí, pero si el saldo de su gobierno es positivo, y si el creador lo permite, tal vez la vuelva a ver en alguna de las facultades de la UNAM.
Ella es un poco mayor, pero generacionalmente venimos de la misma lucha: la que quiere un México realmente mejor, libre, limpio de corrupción e indeclinablemente democrático.
Anexos: Notas de pie de página
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PIB per cápita a precios constantes (2017-2024):
El estancamiento del PIB per cápita mencionado en el texto se refiere a que, a precios constantes, el valor esperado para finales de 2024 es comparable al registrado en el año 2017. Esto significa que, pese a la aparente "recuperación" económica en términos del salario mínimo y la reducción de la pobreza, el crecimiento del producto interno bruto ajustado por la inflación no ha avanzado significativamente desde ese punto, lo que indica una falta de progreso real en el poder adquisitivo promedio de los mexicanos. Este análisis considera cifras ajustadas por inflación, lo que permite medir el crecimiento económico real sin los efectos de las variaciones en los precios.
Fuente de datos y cálculos: @mexconomy. -
Cálculo de los 10 mil millonarios producidos por el sistema corrupto:
El estimado de que el sistema corrupto produce alrededor de 10 mil millonarios por sexenio se basa en una metodología que contempla el enriquecimiento ilícito de aproximadamente 4,500 funcionarios municipales a lo largo y ancho del país, así como de diversos funcionarios públicos de nivel federal y estatal, y de los poderes (legislativo y judicial). A este grupo se suman miembros de las fuerzas armadas, líderes sindicales y empresarios involucrados en prácticas corruptas, tales como licitaciones públicas a modo y adquisiciones públicas infladas de bienes y servicios para el Estado. Este cálculo incluye las fortunas obtenidas por la colusión entre estos actores, derivadas de prácticas corruptas sistemáticas que afectan la gestión pública y la distribución de recursos. Aunque es difícil cuantificar exactamente el alcance de la corrupción, este análisis busca ofrecer una aproximación con base en los patrones de enriquecimiento observados en administraciones pasadas.
Fuente de datos, cálculos y metodología: @mexconomy.
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