🌧️ Acapulco sigue bajo el agua 🌪️😔 El ciclón John ha dejado al puerto devastado, con 13 muertos y miles de familias atrapadas 🏠💔 “Parece peor que Otis”, dicen los habitantes mientras enfrentan inundaciones y deslaves 🌊🚨 Continúan los rescates y la entrega de ayuda 🛟🤲, pero la ciudad sigue sumergida en la incertidumbre. #Acapulco #John
Acapulco, Gro.- La ciudad de Acapulco se encuentra nuevamente en una situación crítica tras el paso del huracán ‘John’, que en pocos días ha dejado -tal vez- estragos más graves que el devastador huracán ‘Otis’, ocurrido hace menos de un año.
Las imágenes de inundaciones, deslizamientos y calles anegadas muestran un panorama desolador que ha revivido las peores memorias del fenómeno anterior y ha dejado, hasta el momento, un saldo de al menos 13 fallecidos.
“Estamos desesperados”, confesó Clara, habitante de Acapulco, mientras hace fila frente a un supermercado. “Todavía no nos recuperamos del huracán Otis”, recordó con angustia, refiriéndose al ciclón de categoría 5 que azotó la región en octubre pasado y que muchos consideran como el punto más bajo de la reciente historia del puerto. “Ahora ya estamos en una situación que parece ser peor”, lamentó.
Acapulco, bajo el agua otra vez
El huracán ‘John’ tocó tierra dos veces esta semana: primero como huracán de categoría 3, y luego como tormenta tropical, dejando a su paso lluvias torrenciales que, combinadas con un desplazamiento lento, convirtieron las calles de Acapulco en auténticos ríos de lodo y escombros. Cerca de 25 mil elementos del Ejército y de la Guardia Nacional se encuentran desplegados en las zonas afectadas, tratando de brindar ayuda a los damnificados.
Son 19 colonias en la ciudad que han quedado completamente anegadas. Las lluvias, que no han cesado durante cuatro días consecutivos, alcanzaron niveles que no se habían registrado en mucho tiempo, sumergiendo algunas áreas bajo más de un metro y medio de agua.
Refugios llenos y ayuda a cuentagotas
Alrededor de mil 200 personas se encuentran actualmente en refugios de emergencia.
Mientras tanto, en las calles, los habitantes luchan por recuperar lo poco que les queda. Gabriel, acapulqueño de nacimiento, narró cómo el terror se apoderó de su familia durante el paso de la tormenta. “Me enfermé de los nervios porque dos días antes hizo un viento, así como empezó el (huracán) Otis”.
Zona de desastre
En sus mejores épocas, Acapulco fue el destino predilecto de la élite mexicana y extranjera. Las celebridades de Hollywood llenaban sus playas y las postales de la bahía adornaban cientos de revistas en todo el mundo.
Hoy, las imágenes que circulan en redes sociales y medios locales son otras: personas caminando con sus pertenencias a cuestas, coches arrastrados por la corriente y calles completamente sumergidas.
Las labores de rescate han requerido lanchas neumáticas e incluso una moto acuática para moverse entre las colonias más afectadas. En algunas áreas, la acumulación de escombros ha hecho imposible el acceso terrestre, complicando el traslado de ayuda y dificultando la evacuación de los más vulnerables.
El cambio climático
El caso de Acapulco no es único. En las últimas semanas, tormentas históricas han golpeado otras regiones del planeta, desde inundaciones repentinas en Libia hasta tifones devastadores en Asia.
Para la comunidad científica, el calentamiento de los océanos, provocado por el cambio climático, hace que estos fenómenos sean cada vez más frecuentes, impredecibles y destructivos.
El Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos (NHC) advirtió que ‘John’ sigue representando un peligro para México, con la posibilidad de más “inundaciones repentinas y deslizamientos de tierra catastróficos”.
A pesar de que ha perdido fuerza, la tormenta continúa representando un riesgo latente, mientras las autoridades luchan por proteger a la población.
Futuro incierto
El futuro de Acapulco es incierto.
Aún se desconoce el verdadero alcance de los daños, pero la repetición de estas tragedias ha puesto a prueba la capacidad de respuesta de las autoridades y ha dejado en evidencia la vulnerabilidad de una región que alguna vez fue símbolo de prosperidad.
Por ahora, los habitantes de Acapulco intentan levantarse, nuevamente, sobre los escombros de lo que alguna vez fue su hogar.
La pregunta que muchos se hacen es: ¿Cuántos huracanes más puede soportar esta ciudad antes de que el daño sea irreversible?
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