En una sede alterna, la aplanadora de Morena, PT y PVEM, a la que se sumó Miguel Ángel Yunes Márquez del PAN, el Senado avaló la minuta de la reforma constitucional en materia judicial propuesta por el presidente Andrés Manuel López Obrador.

A través del fast track y en una doble sesión, se dio la primera lectura de la minuta. Durante esta sesión, el coordinador de Movimiento Ciudadano, Clemente Castañeda, denunció la detención ilegal y persecución judicial de su correligionario, el senador campechano Daniel Barrera, quien no se había incorporado al Pleno, pues atendía una diligencia judicial a pesar de contar con fuero. La situación se agravó cuando, al filo de las 22:00 horas, se confirmó la detención tanto de Barrera como de su padre, contradiciendo las declaraciones del presidente de la Cámara Alta, Gerardo Fernández Noroña, quien había afirmado que Barrera estaba bien y en la Ciudad de México.

La traición

En la primera sesión del día, Miguel Ángel Yunes Linares, padre de Yunes Márquez y su senador suplente, rindió protesta bajo el argumento de que su hijo no podría participar por motivos de salud. Este acto marcó el respaldo al llamado "plan C" de López Obrador.

Yunes Linares, al ingresar al salón, fue recibido con gritos de "¡traidor!" por parte de los senadores del PAN. En tribuna, Marko Cortés, líder de Acción Nacional, le lanzó un último llamado:

"Estás a tiempo de ser héroe de la patria y no un traidor de la patria".

A pesar de las acusaciones de linchamiento político por parte del PAN, Yunes Linares negó haber negociado con el Gobierno federal. Horas después, Yunes Márquez reapareció en la sesión nocturna en la Casona de Xicoténcatl y dio el voto 86 necesario para aprobar la reforma judicial, rompiendo con la oposición.

"En la decisión más difícil de mi vida, he determinado dar mi voto a favor del dictamen", afirmó Yunes Márquez, sin aclarar si renunciaba al PAN y su adhesión a Morena.

Desesperación, ausencias y el voto de la traición

La jornada fue inédita por las licencias de última hora y la desaparición de legisladores clave. Manifestantes, principalmente trabajadores del Poder Judicial, sorprendieron a los senadores al irrumpir en el Senado protestando contra la reforma. Alrededor de las 16:15 horas, ingresaron al recinto por el acceso principal de Paseo de la Reforma 135 y lograron llegar hasta el Patio del Federalismo, gritando "¡traidores!".

El presidente de la Mesa Directiva, Gerardo Fernández Noroña, decretó un receso. Los manifestantes tomaron el salón de sesiones, donde dialogaron con los senadores del PAN, PRI y Movimiento Ciudadano, recibiendo su respaldo. Posteriormente, la sesión se trasladó a la sede alterna en Xicoténcatl.

La ausencia del senador Daniel Barrera y la licencia de Yunes Márquez allanaron el camino para que Morena y sus aliados alcanzaran la mayoría calificada, dando luz verde a la reforma judicial.

Posicionamiento de las fuerzas políticas

Durante la sesión en Xicoténcatl, senadores de todos los grupos parlamentarios expusieron su postura sobre la reforma al Poder Judicial. Miguel Ángel Riquelme, senador del PRI por Coahuila, se manifestó en contra, calificando la propuesta como una falacia populista.

Por otro lado, Clemente Castañeda, de Movimiento Ciudadano, expresó su indignación, calificando la reforma como el inicio de una "autocracia constitucional". En contraste, Luis Alfonso Silva Romo, del PVEM, defendió la reforma argumentando que garantizaría la autonomía y profesionalización del Poder Judicial.

El debate continuó con la intervención de senadores como María Guadalupe Murguía del PAN, quien responsabilizó a Morena por una reforma que podría dañar la economía nacional. Finalmente, el senador de Morena, Enrique Inzunza Cázarez, afirmó que la reforma era necesaria para asegurar la independencia del Poder Judicial.

Para la historia

El Senado, como en los tiempos de Julio César, fue el escenario de una traición que quedará marcada en los anales de la historia política de México. Miguel Ángel Yunes Márquez sucumbió ante la tentación de prolongar la vida política de su familia, ahora en las filas del oficialismo, y limpiar los expedientes judiciales de su clan y no por las presiones de un sistema que utilizó el aparato del Estado para doblegar voluntades. La imagen de Yunes, abrazando a figuras del oficialismo, resonará como el eco de una tragedia greco romana, donde el traidor se enfrenta a su propio destino.

Los gritos de "¡traidor!" y "¡Judas!" retumbaron en el recinto, pero no lograron detener el curso de los acontecimientos. Bajo el manto de una votación ensombrecida por ausencias sospechosas y detenciones arbitrarias, el Poder Judicial, tal como lo conocemos, fue enterrado simbólicamente, mientras los pocos opositores que se mantuvieron firmes vieron cómo la aplanadora de Morena y sus aliados consumaba su plan sin piedad.

Así, el sistema democrático se retuerce ante la fuerza brutal de la 4T. La traición de Yunes Márquez será recordada como el punto donde la voluntad popular quedó a merced de los intereses del poder. Un capítulo oscuro que marcará el principio del fin de aquellos que, en su ambición o cobardía, entregaron la independencia de la justicia a cambio de nada más que el peso de la historia en sus espaldas.

InfoStockMx / Región Global

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