🇮🇷 Una madre de 31 años en Irán queda paralítica tras recibir un disparo en la espalda por no usar el velo islámico. Las fuerzas de seguridad aplican medidas extremas en su campaña de represión. #DerechosHumanos #Irán #MahsaAmini #ArezouBadri

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Teherán, Irán.- Arezou Badri, una madre de dos niños, ha quedado paralítica tras recibir un disparo en la espalda por parte de las fuerzas de seguridad iraníes. El incidente ocurrió en la ciudad de Nour, en la provincia de Mazandaran, cuando Badri fue detenida por no llevar el velo islámico obligatorio.

El caso de Badri es solo uno de los muchos que han surgido en Irán desde la implementación del 'Plan Luz', una campaña gubernamental destinada a imponer el uso del hiyab a las mujeres que, tras la muerte de Mahsa Amini en 2022, han optado por no seguir las normas religiosas impuestas por el régimen.

Arezou Badri, de 31 años, fue interceptada por la policía iraní el pasado 22 de julio mientras conducía por la ciudad de Nour. Según informes, los agentes intentaron detener su vehículo al descubrir que había una orden de confiscación debido a la falta de uso del hiyab.

Al no detenerse, la situación escaló rápidamente: primero dispararon contra los neumáticos de su coche, y luego, un disparo alcanzó su espalda, dejándola gravemente herida.

Los médicos lograron extraer la bala de su cintura después de diez días de cuidados intensivos, pero informaron que los daños a sus pulmones y médula espinal eran severos.

Actualmente, Badri se encuentra en la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital Valiasr de Teherán, bajo estricta vigilancia policial. Su familia solo puede visitarla brevemente, y con restricciones para evitar la divulgación de imágenes.

El 'Plan Luz'

El caso de Arezou Badri se enmarca en una campaña más amplia lanzada por el gobierno iraní, conocida como ‘Plan Luz’.

Esta iniciativa fue creada con el objetivo de reforzar el uso obligatorio del hiyab tras las protestas masivas que sacudieron al país en 2022, tras la muerte de Mahsa Amini bajo custodia policial por no llevar bien puesto el velo.

Desde abril de 2023, las autoridades han intensificado la represión contra las mujeres que desafían esta norma, utilizando métodos como la confiscación de vehículos y la vigilancia constante para obligar a las mujeres a cumplir con el código de vestimenta islámico.

Las tensiones han seguido aumentando en la sociedad iraní, mientras el gobierno busca reafirmar su control a través de estas políticas represivas.

El caso de Arezou Badri ha resonado más allá de las fronteras de Irán, atrayendo la atención internacional y renovando las críticas contra las políticas represivas del gobierno iraní hacia las mujeres.

Mientras su destino pende de un hilo en un hospital de Teherán, la historia de Badri es un mensaje doloroso de los peligros que enfrentan las mujeres iraníes al desafiar las estrictas normas religiosas del país.

La situación con las mujeres en Irán sigue siendo tensa, con un futuro incierto para quienes buscan mayores libertades y derechos.

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