La Bolsa Mexicana de Valores, en su Índice de Precios y Cotizaciones, registró al cierre de la semana una operación de 52,242.38 puntos. Esto es una variación negativa de -0.33 por ciento (-175.1 puntos, respecto a la jornada anterior), con un volumen de operaciones de 230,931,199 acciones negociadas.

El Tipo de Cambio se disparó a 19.1785 acumulando en la semana una depreciación de 4 por ciento.

Las cosas se complicaron también en los mercados financieros de Estados Unidos.

Para Wall Street, había una regla clara: si las acciones estaban en problemas, había que refugiarse en las grandes empresas tecnológicas. Y si la economía daba señales de debilidad, la Reserva Federal siempre estaba lista para ayudar. Sin embargo, parece que esto ya no funciona.

Mexconomy / Región Global.- Al cierre de esta semana, los últimos datos sobre empleo en EE.UU. mostraron un panorama preocupante, y el mercado de bonos nos está diciendo que la Reserva Federal, dirigida por Jerome Powell, podría estar cometiendo un error al no bajar las tasas de interés.

De manera simultánea, la fiebre de la inteligencia artificial, que había impulsado un crecimiento enorme este año, está perdiendo fuerza debido a los malos resultados financieros de algunas grandes empresas.

Las gigantes tecnológicas, que habían visto un aumento impresionante hasta junio, han perdido alrededor de 3 billones de dólares en valor en menos de un mes. Además, un indicador que mide la ansiedad de los inversores subió a su nivel más alto en dos años. Los bonos del Tesoro también experimentaron una caída significativa, algo que no veíamos desde 2008.

En medio de toda esta confusión, los gestores de fondos, que han ganado mucho dinero apostando a las grandes tendencias, están reevaluando sus estrategias.

La Reserva Federal es lenta en reducir las tasas, y eso está afectando a todos los activos.

Lo que era inimaginable hace poco tiempo ahora parece posible: un recorte de tasas de interés en septiembre. Este cambio de perspectiva surge tras un informe de empleo débil y una caída en la actividad manufacturera. El Nasdaq 100 y el S&P 500, dos de los índices bursátiles más importantes, han registrado pérdidas, mientras que el indicador del miedo en Wall Street, el VIX, ha alcanzado niveles preocupantes.

A pesar de todo, la reciente inestabilidad muestra cómo la debilidad en las acciones se compensa con ganancias en bonos.

Esta semana, un fondo cotizado en bolsa (ETF) que sigue los bonos del Tesoro subió casi un 6%. La demanda de protección en el mercado de opciones es real, y las coberturas para grandes caídas de acciones han alcanzado precios altos.

El miércoles, Powell sugirió que no habrá recorte de tasas antes de septiembre, lo que preocupa a los traders. Sin embargo, la expectativa de un recorte de medio punto en la próxima reunión de la Fed ha ganado fuerza.

Los comentarios de Powell ayudaron a que las acciones subieran, pero la preocupación por los datos económicos revirtió esas ganancias.

Durante años, los inversores confiaron en las sólidas ganancias de las tecnológicas para calmar los problemas del mercado. Pero ahora, incluso estas empresas generan ansiedad.

Las acciones de Intel Corp. sufrieron una gran caída, y Amazon.com Inc. perdió valor tras anunciar que sus beneficios se verán afectados por el gasto en inteligencia artificial.

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