🚨 El exgobernador Mario Marín Torres, acusado de tortura, regresa a su casa en Puebla bajo arraigo domiciliario, escoltado por la Guardia Nacional. 🔍
Puebla de Zaragoza, Pue.- Este miércoles, en un operativo de alta seguridad, el exgobernador de Puebla, Mario Marín Torres, regresó a su domicilio en la capital poblana bajo custodia de la Guardia Nacional.
Tras obtener el beneficio de arraigo domiciliario, Marín, conocido por el escándalo contra la periodista Lydia Cacho en 2005, continuará su proceso legal desde la comodidad de su hogar.
El operativo se llevó a cabo durante la madrugada, en cumplimiento de una orden emitida por la jueza Angélica del Carmen Ortuño Suárez de Quintana Roo, que permitió al exmandatario dejar el penal del Altiplano en el Estado de México, previo pago de una fianza de 100 mil pesos. La medida también incluye la prohibición de salir del país.
Traslado y Contexto
En punto de las 23:30 horas del martes, un convoy de la Guardia Nacional comenzó el traslado del exgobernador Mario Marín Torres desde el penal del Altiplano.
Tres patrullas y una ambulancia escoltaron a Marín durante el recorrido de más de cuatro horas hasta su residencia en San José Xilotzingo, Puebla. Al arribar a su domicilio, la custodia decidió ingresarlo en una ambulancia para evitar el contacto con los medios de comunicación que ya lo esperaban.
Mario Marín Torres fue acusado en 2005 de participar en la tortura de la periodista Lydia Cacho, quien denunció una red de pederastia en su libro "Los Demonios del Edén".
Desde entonces, el caso ha sido objeto de controversia y escrutinio público. A pesar de las graves acusaciones, Marín ha logrado obtener medidas cautelares que le permiten seguir su proceso legal fuera de prisión.
Como parte de las medidas impuestas por la jueza Ortuño Suárez, Marín porta un brazalete con rastreador GPS, lo que garantiza su ubicación permanente. Esta medida se suma a la prohibición de salir del país, lo que asegura su presencia durante el desarrollo del juicio.
El regreso de Mario Marín Torres a su domicilio marca un nuevo capítulo en uno de los casos más mediáticos de México. Mientras el exgobernador descansa en su casa, la atención mediática seguirá atenta al desenlace de un proceso judicial que ha capturado la atención nacional e internacional, con implicaciones profundas para la justicia y los derechos humanos en México.
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