🌎 En #Chiapas, más de mil personas han desaparecido en los últimos tres años, víctimas de la violencia por el control territorial entre grupos delictivos. Familias exigen justicia ante la indolencia de las autoridades 🚨🕊️. #Desapariciones #DerechosHumanos
Tuxtla Gutiérrez, Chiapas.- En los últimos tres años, Chiapas ha registrado la desaparición de más de mil personas, muchas de ellas vinculadas a la disputa por el control territorial entre grupos delictivos. A pesar de la magnitud del problema, las autoridades han sido acusadas de desatender o minimizar esta tragedia.
Chiapas, sin duda, se enfrenta a una crisis humanitaria que ha dejado a cientos de familias sumidas en la incertidumbre. En el Día Internacional de las Víctimas de Desaparición Forzada, colectivos y familiares alzaron la voz en San Cristóbal de las Casas y Tuxtla Gutiérrez, exigiendo respuestas y justicia por sus seres queridos desaparecidos.
Los últimos años han sido testigos de una escalada de violencia impulsada por el control territorial entre grupos criminales, lo que ha resultado en un alarmante aumento de desapariciones forzadas. Organizaciones como el Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de las Casas y otros colectivos han denunciado esta situación, destacando que las desapariciones afectan tanto a nacionales como a migrantes.
Según cifras oficiales del Registro Nacional de Personas Desaparecidas y No Localizadas (RNPDNO), entre 2018 y 2023 se reportaron 810 desapariciones en Chiapas, y solo en el primer semestre de 2024 ya se han registrado 632 casos adicionales. Las víctimas incluyen niños, adolescentes, mujeres y migrantes, quienes enfrentan violencia, trata y reclutamiento forzado.
Las desapariciones de niñas, niños y adolescentes han aumentado de manera preocupante. Desde 2020, se han documentado 2,350 casos de menores desaparecidos, siendo el 70% adolescentes mujeres. Municipios como San Cristóbal de las Casas, Tuxtla Gutiérrez y Tapachula concentran gran parte de estos casos.
Indolencia y complicidad
Las organizaciones denuncian la indolencia de las autoridades, quienes a menudo niegan la gravedad de la situación y no actúan con la urgencia requerida. La falta de investigación adecuada y el rechazo a aceptar denuncias agravan la crisis. Este abandono ha sido calificado como una forma de complicidad estatal.
Chiapas enfrenta una tragedia humanitaria que no puede ser ignorada. Las desapariciones, impulsadas por la violencia de grupos criminales y la falta de acción gubernamental, han devastado a miles de familias. Las organizaciones y familiares siguen exigiendo justicia y la búsqueda de sus seres queridos, mientras las autoridades continúan sin ofrecer soluciones concretas.
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