📊 @Mitofsky_group, de marzo a abril, desplaza hacia abajo a @XochitlGálvez 📉 para dar un inesperado impulso a @AlvarezMaynez 🔍 A diferencia de prácticamente todas las mediciones 🗳️ que apuntan a un ligero repunte de la candidata de la coalición @AccionNacional, @PRI_Nacional, @PRDMexico 😠 ¿Este es un sesgo flagrante? 😡 #FelizJuevez #MéxicoDespertó
Horacio De la Cruz S.
| @hcsblogHay "columnistas" que se asumen como parte de la clase política. "Somos como los políticos, nada más que estamos del otro lado", comentan.
Para mí, eso representa una aspiración pobre y banal. Veo que también algunos encuestadores se asumen como parte de esa clase que el marxismo denominó como "parásitos", al proteger y promover los intereses dominantes que contribuyen a la reproducción de la desigualdad social y económica.
“Primero los pobres”, ¡ajá!
Bajo este supuesto, sin conceder, el proceso electoral en México está marcado por la mentira y la incertidumbre.
En medio de este escenario, las encuestas electorales deberían ser mínimamente una guía para la opinión pública, pero todo cuesta y nada es gratis (y no sólo en la sociedad capitalista). Sin embargo, ese no es el problema para tener acceso a una visión más clara y precisa del estado de cosas rumbo a la elección del 2 de junio de 2024.
El problema es que muchas encuestadoras no venden investigaciones estadísticas, sino que se han vuelto verdaderas maquinarias de propaganda por su impacto mediático. Así que en el mercado político, no vemos productos demoscópicos sino un mundo de ficción, más cercano a la fantasía que a la realidad.
Una encuestadora seria está sujeta a procesos de validación y revisión por parte de expertos independientes, mantiene una actualización constante, ofrece transparencia en sus resultados, declara si tiene conflictos de interés, sus métodos son replicados por otros investigadores para permitir la verificación independiente de los resultados, y deben ser responsables para corregir errores o responder a críticas legítimas sobre la calidad de su trabajo.
Sin embargo, no veo más que resultados sesgados en muchas de las más reputadas.
Tomemos como ejemplo las recientes mediciones de Consulta Mitofsky, lideradas por Roy Campos, una figura influyente en el ámbito de las encuestas políticas.
Según su última medición, Claudia Sheinbaum, la candidata de la coalición Morena, PT y PVEM, cuenta con el respaldo del 59% de los encuestados, mientras que Xóchitl Gálvez apenas obtiene un 30%, y Jorge Álvarez Máynez sorprendentemente alcanza un 11% en intención de voto efectiva al mes de abril.
Si tomamos en cuenta la estimación de participación electoral para la próxima elección, que tomando en cuenta la elección presidencial del 2018 se proyecta en 61 millones 947 mil 642 ciudadanos, estas cifras sugieren un apoyo masivo a Sheinbaum, con un total de 36 millones 549 mil 109 votos, superando incluso el respaldo que recibió el actual presidente Andrés Manuel López Obrador en las elecciones pasadas, por una diferencia de 6 millones 438 mil 782 votos.
¿Es creíble esta proyección lineal? La respuesta es un rotundo no.
La encuesta de Mitofsky de marzo a abril, desplaza hacia abajo a Xóchitl Gálvez para dar un inesperado impulso a Álvarez Máynez, ignorando prácticamente las mediciones de casi todas las encuestas que apuntan a un ligero repunte de la candidata de la coalición PAN, PRI, PT.
Este es un sesgo flagrante. Pero como no conocemos más que el resultado final de sus "mediciones", no podemos ir más allá.
No se trata aquí de ser un "Xochilover", para nada.
Simplemente evidencio estas distorsiones tan a la vista que no guardan relación con aspectos técnicos como la representatividad de la muestra, el margen de error o el voto oculto.
Lo que estamos presenciando es una manipulación descarada, donde muchas de las encuestas no son más que herramientas de propaganda que distorsionan la percepción pública y desvirtúan el proceso democrático.
Si Claudia Sheinbaum le hace caso a esas encuestas, pues buena suerte. Menuda sorpresa le aguarda el 2 de junio.
Región Global |@regionglobalmx
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