🛡️ El 5 de mayo recuerda la valentía de antepasados en la #BatallaDePuebla 💪🇲🇽. Hoy, tan lejos del 5 de Mayo de Juárez (1862) y tan cerca del México de @LopezObrador_ promotor de una “guerra” fratricida entre una falsa izquierda vs un “bloque conservador” creado por él 🔥 ¿Divide y vencerás? 🗳️ ¡Elecciones sí, ódio No! 💔💙 🗳️
Horacio De la Cruz S.
| @hcsblogCada año, el 5 de mayo, México conmemora la Batalla de Puebla, un hito histórico que marcó la defensa de la soberanía y la dignidad del país frente a la invasión extranjera.
En el contexto actual, la batalla ha cambiado de escenario y de actores.
De la gesta de 1862, hemos pasado a una nueva contienda que no tiene nada de heróica: La "Batalla por Puebla". Es simplemente una disputa fratricida por el poder entre dos bloques políticos: Morena, PT, PVEM (y de manera subrepticia MC), versus PAN, PRI y PRD.
Las vueltas que da la vida. En el ámbito nacional los antepasados lucharon contra la imposición de un gobierno de origen extranjero. Hoy los “nacionalistas” de “izquierda” ven idónea a Claudia Sheinbaum, de ascendencia judía y de dudosa nacionalidad mexicana, mientras que “la derecha” (como le dice López Obrador), tiene como candidata presidencial a Xóchitl Gálvez, una mujer de ascendencia indígena.
No pretendo debatir, ni hacer señalamiento peyorativo alguno sobre la etnogénesis de nadie en particular. Simplemente, contrasto lo que ocurre en el centro de la disputa por el poder.
Regreso a Puebla. En aquella época, el General Ignacio Zaragoza lideró la resistencia mexicana contra el ejército francés, demostrando que la determinación y el valor pueden vencer a fuerzas aparentemente superiores.
Hay fragmentos en esa historia que señalan que dentro de la ciudadanía poblana algunas personas simpatizaban con las ideas conservadoras y no veían mal un régimen monárquico (Maximiliano de Habsburgo) a diferencia de una República Liberal (Benito Juárez).
Esta misma ciudad enfrenta ahora una lucha política entre dos corrientes cuya ideología está muy diluida -tanto como quienes las representan-, por lo que no se les puede llamar liberales o conservadores. Los liderazgos de Morena se integran básicamente de expriistas y el PAN ha formado una coalición con el PRI y la “izquierda” del PRD donde se han refugiado expriistas traficantes de influencias venidos a menos.
Y lo que pasa en la ciudad de Puebla, se reproduce de manera más desdibujada al interior del estado en cada alcaldía y, por supuesto, en la contienda por el gobierno del estado.
Asistimos así a un proceso electoral donde se han aglutinado dos fuerzas aparentemente contrarias que disputan un botín que se llama “Puebla, Poder y Dinero” por un monto superior a los 121 mil millones de pesos anuales, sin contar los ingresos propios de los 217 ayuntamientos, comparable, por ejemplo, con el 50% de los recursos que, gastan países como Guatemala.
Pero ese Poder y Dinero público, en realidad se ejerce como si fuera patrimonio del gobernante en turno y en la más completa opacidad. La división de poderes es prácticamente un mito en el ámbito estatal. Así, el mandatario entre más poder concentra, actúa con mayor impunidad.
Por eso le dicen a la gente “vota 6 de 6”. Es decir, “dame más poder para que tenga más impunidad”.
La Batalla de Puebla le enseñó a México que la unidad (con Zacapoaxtlas y Xochiapulcas entre otros contingentes indígenas y soldados) puede superar cualquier adversidad. Hoy, tristemente se promueve desde el púlpito presidencial la división y el odio entre mexicanos para que la élite de un ‘iluminado’ ejerza un poder central totalitario.
Pobre Puebla, tan lejos del 5 de Mayo de Juárez (1862) y tan cerca del México de López Obrador.
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