Horacio De la Cruz S.
| @hcsblog
🇲🇽 En medio de un ciclo económico irregular, el uso del gasto público como solución rápida 💸 se ha vuelto una ilusión peligrosa 🚧 Con un crecimiento anémico, inflación persistente y salarios reales estancados, no puede haber discurso triunfalista a las puertas de una crisis fiscal 📈💼
Un Panorama Preocupante
En los últimos seis años, la economía mexicana ha transitado en medio de turbulencias con datos que revelan una realidad preocupante: Bajo crecimiento económico (PIB real promedio del 0.49%), una inflación persistente (4% también promedio) y un modesto aumento del 3.3% en los salarios reales.
Más aún, con un déficit presupuestal rozando el 6% del PIB y una deuda pública neta del Gobierno Federal por 13 billones 345 mil 24.4 millones de pesos, el panorama económico del país se ve marcado por la incertidumbre y sostenido con alfileres.
Un súper peso apalancado por remesas y altas tasas de interés domésticas no es triunfo de nada. Menos si se contempla la caída reciente en el sector manufacturero, el derrumbe de la competitividad y la innovación, y la quiebra técnica de Pemex y CFE; empresas sin utilidades, sostenidas por transferencias del presupuesto público federal.
Corrupción y Desconfianza
Van poco menos de seis años de palabrería, distractores y violencia, mientras la corrupción devora la inversión pública, los programas del gobierno federal y los presupuestos estatales y municipales. Suerte que el sector privado de la economía sostiene el 75% del PIB y el 33% de los empleos totales. Sin el sector privado, México estaría en un caos.
Malditos neoliberales adoradores del mercado, tan odiados pero necesarios porque la informalidad que ha fomentado de buen modo el gobierno (si bien ocupa el 70% de los empleos y aporta más o menos el 20% del PIB incluyendo a las actividades delictivas), no sirve más que para que un día esas familias tengan comida y para el otro no. Por eso la gente es tan dependiente de las dádivas gubernamentales.
Así está México. Con una economía que se desempeña amenazada por una crisis fiscal que no necesariamente podría reflejarse, como en el pasado, en una devaluación abrupta del peso, pero sí en un estado de cosas que propiciará un desorden monetario interno, inflación, más deuda, y menos calidad o cobertura de los servicios públicos (como el agua o la salud).
Tal vez no lo saben, pero una cantidad enorme de ciudadanos han sido víctimas de la terrible irresponsabilidad del ‘Iluminado’, mientras escucharon todas las mañanas un discurso de odio, pretextos y mentiras. Las consecuencias de las acciones y las omisiones presidenciales se van a sentir por varios años más. No sólo será la violencia. No, mucha gente va a sudar frío cuando en las noches vea que no hay dinero para el siguiente día, cuando al ir al mercado vea el aumento del precio de los alimentos, cuando llegue su recibo de luz o cargue gasolina, cuando vea que el hijo licenciado egresado de las universidades patito no encuentra trabajo...
Reflexiones Finales
¿Cree Usted que la ganzo-economía cambió algo en los últimos seis años? Fue puro atole con el dedo mientras el país sufrió la mayor ordeña al presupuesto público que se tenga memoria. No creo que la Refinería de Dos Bocas, el Tren Maya, o el AIFA le resuelvan problema alguno.
Este domingo la científica y premio nobel en estufas de leña, Claudia Sheinbaum, va a decir que todo va muy bien, que el súper peso es un logro de AMLO y que hay estabilidad macroeconómica producto del combate a la corrupción y que los estados del sur son un ejemplo en materia de crecimiento económico y empleo, y que el salario mínimo creció como nunca y la pobreza casi desaparece.
Xóchitl, que ya se sabe no es estadista y que a duras penas es ingeniera especializada en aires acondicionados y sabe algo de código (programación), no se si pueda explicar bien el manejo y los riesgos de la economía mexicana por más que el economista Ildefonso Guajardo esté cerca de ella.
Conclusión
Ninguna va a ganar el debate. Es un circo. No creo que le sirva para definir su voto, si acaso, para seguir escuchando las mentiras de eso que llaman 4T y, por otro lado, acusaciones de un enorme daño al que -malamente- ya nos acostumbramos.
El daño ya está hecho. Ha sido tan irresponsable el manejo de la Hacienda Pública en México (incluido el manejo de PEMEX, CFE y las megaobras), que el segundo piso de la 4T, de seguir el mismo camino, propiciará que los problemas fiscales del país sigan aumentando considerablemente. El crecimiento económico será tan mediocre (PIB menor a 2.5% promedio en los próximos 6 años) que el empleo que tenga la mayor parte de la gente, más las dádivas gubernamentales, no les alcanzará para que sus familias tengan mejor calidad de vida. Todo lo contrario, la pobreza (esa precariedad que López Obrador destaca como virtud mientras sus hijos se vuelven millonarios a través de moches y tráfico con contratos públicos) se va a multiplicar año con año.
México sólo podrá superar sus problemas económicos si se corrige el rumbo de la Hacienda Pública y crece, como nunca antes, la inversión privada en los siguientes años. Pero para eso se necesita generar las condiciones que Andrés Manuel López Obrador ha dinamitado y no se ve cómo Claudia Sheinbaum las pueda lograr si se aferra a ideologías de las que su familia huyó hace poco más de 80 años de Europa Oriental, justo después del Holocausto.
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