💪 Hoy, en la Casa de Justicia de San Andrés Cholula, se espera la sentencia para el agresor de Esmeralda, víctima de violencia ácida 💔

San Andrés Cholula, Pue.- Tras cinco largos años de proceso, hoy es la audiencia de sentencia de la ex pareja de Esmeralda Millán quien en el 2018 fue agredida en Misiones de San Francisco.

FIdel N. le lanzó ácido en el cuerpo dejándola con quemaduras de por vida.

Esmeralda Millán, una valiente sobreviviente de violencia ácida y tentativa de feminicidio, se encuentra frente a un tribunal en la Casa de Justicia de San Andrés Cholula.

Acompañada por seres queridos, amigos y activistas de derechos de la mujer, Esmeralda aguarda con ansias el veredicto que podría traer algo de cierre a un capítulo doloroso de su vida.

El caso de Esmeralda, marcado por el horror de un acto atroz perpetrado contra ella en diciembre de 2018, ha sido un viaje largo y tortuoso a través del sistema judicial. Durante más de cinco años, la batalla legal se ha prolongado, con la defensa del agresor, identificado como Fidel N., intentando dilatar el proceso en numerosas ocasiones.

Esmeralda, aunque consciente de que las cicatrices físicas y emocionales perdurarán para siempre, ha mantenido una esperanza firme en la justicia. En cada paso del camino, desde el día en que el ácido desfiguró su rostro, cuello y extremidades, hasta este momento crucial en el tribunal, ha demostrado una valentía inquebrantable.

La audiencia de hoy representa un hito crucial en la búsqueda de justicia de Esmeralda. Después de catorce posposiciones y numerosos obstáculos en el proceso legal, finalmente se espera que el juez dicte una sentencia contra el hombre que intentó arrebatarle la vida.

Manifestantes se han congregado en apoyo a Esmeralda portan pancartas y lonas, exigiendo justicia y recordando a todos que la violencia de género no puede tolerarse ni pasar impune.

El caso de Esmeralda es un recordatorio sombrío de los peligros que enfrentan las mujeres en Puebla, en México, y la necesidad urgente de un sistema judicial que responda con firmeza y celeridad a estos crímenes abominables.

Las secuelas del ataque son desgarradoras. Esmeralda ha perdido parte de su nariz, boca y visión en un ojo, además de sufrir daños graves en el esófago. La vida de Esmeralda, una vez llena de sueños y esperanzas, fue transformada para siempre en un instante de violencia brutal.

Sin embargo, a pesar de la devastación que ha enfrentado, Esmeralda se aferra a la esperanza de que el sistema judicial cumplirá su deber y garantizará que su agresor reciba la pena máxima por sus acciones. No se trata solo de buscar justicia para ella misma, sino de enviar un mensaje contundente de que los actos de violencia de género no serán tolerados ni ignorados.

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