🌐 El "Abrazos, no balazos" de @lopezobrador_, según @WSJ: Aumento de violencia, expansión de cárteles 🇲🇽 😡 Arrestos disminuyen, cárteles diversifican actividades (extorsión) 💰 Alcaldes ceden poder, violencia política se dispara 📈 Familias buscan refugio en EE. UU. 🏠 La lucha contra el narco está comprometida 🤔
Ciudad de México.- En el trasfondo de la estrategia presidencial "abrazos, no balazos" de Andrés Manuel López Obrador (AMLO), México enfrenta una creciente ola de violencia, asesinatos y expansión del control territorial por parte de los cárteles, según un reportaje publicado por The Wall Street Journal (WSJ).
El reporte del diario neoyorquino pone de manifiesto que, bajo esta política, los grupos criminales han extendido su influencia más allá del narcotráfico, intensificando la violencia y diversificando sus actividades hacia la extorsión y la obtención de contratos públicos.
Según el WSJ, los cárteles afiliados a los dos grupos más grandes de México, el de Sinaloa y Jalisco, han fortalecido su presencia desde que López Obrador asumió la presidencia. La Guardia Nacional, creada para reemplazar a la Policía Federal, ha experimentado una disminución significativa en los arrestos, pasando de 21,700 en 2018 a 2,800 en 2022, según estadísticas nacionales.
Esta relajación en la aplicación de la ley ha permitido una expansión de las operaciones de los cárteles, cuyo foco principal sigue siendo la producción y transporte de fentanilo y metanfetaminas a Estados Unidos. La caída en los precios de la cocaína y la marihuana ha llevado a los cárteles a diversificar sus fuentes de ingresos mediante la extorsión y otros esquemas.
La amenaza de la fuerza ha llevado a algunos alcaldes a designar a miembros de grupos delictivos en puestos de tesorerías locales, otorgándoles control sobre contratos de construcción municipal, adquisiciones y servicios públicos.
El número de asesinatos de funcionarios gubernamentales, candidatos y miembros de partidos políticos ha aumentado drásticamente de 94 en 2018 a 355 el año pasado, según Sandra Ley, experta en seguridad de México Evalúa.
La violencia y la expansión del control de los cárteles han provocado un éxodo de familias mexicanas hacia Estados Unidos. En el año fiscal que concluyó en septiembre, alrededor de 87,000 mexicanos, incluyendo niños, fueron detenidos en la frontera suroeste, casi cuatro veces más que el año anterior, informa la Patrulla Fronteriza.
Araceli Gatica, una mujer de 32 años de San Luis Acatlán, Guerrero, relata cómo las amenazas de un grupo delictivo local la obligaron a abandonar su hogar. Con tres hijos, cruzó la frontera con la esperanza de solicitar asilo en Estados Unidos, describiendo la sensación de impotencia frente a la falta de acción de las autoridades y la sociedad.
El delito de extorsión ha experimentado un aumento significativo desde 2018, según datos del Inegi. En Michoacán, productores de aguacate y limón, centros de exportación para los mercados estadounidenses, han protestado bloqueando carreteras contra la extorsión y el robo, que se ha triplicado en el último año.
La interpretación de la política "abrazos, no balazos" por parte de algunos funcionarios locales de Morena, el partido de López Obrador, ha llevado a la tolerancia hacia los grupos delictivos como una medida para sofocar la violencia y reducir las amenazas de muerte, según Samuel Logan, jefe de Southern Pulse, una consultora de seguridad en Estados Unidos.
Algunos cárteles ahora financian campañas electorales de sus aliados y eliminan a funcionarios que se oponen a ellos. La alcaldesa de Chilpancingo, Guerrero, y militante de Morena, Norma Otilia Hernández, fue grabada en un restaurante con el presunto líder de un grupo local del narcotráfico. Aunque la alcaldesa afirma no haber sabido la identidad del individuo, meses después, delincuentes asesinaron al fiscal superior de Guerrero y al jefe de seguridad federal del Estado.
La propagación del dolor, asesinato y extorsión en el marco de la política de "abrazos, no balazos" plantea desafíos significativos para México, que se ve inmerso en una espiral de violencia y corrupción.
Las consecuencias a largo plazo de esta estrategia continuarán afectando no solo a los ciudadanos mexicanos, sino también a la estabilidad regional.
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