Horacio De la Cruz S.

| @hcsblog

El día de ayer, domingo 21 de enero de 2024, en varios puntos del país, un buen número de llamadas telefónicas hechas a hogares en México, mediante la técnica de "robot", se realizaron para saber "Si hoy fueran las elecciones, ¿por cuál partido político, coalición o candidato votaría usted?".

Los resultados no son alentadores para Xóchitl Gálvez, la candidata de la coalición opositora integrada por el PAN, PRI y PRD. Todo el mes de enero ha ido en descenso, de manera que con el 31.7% de la preferencia electoral, sigue 9.2% abajo de Claudia Sheinbaum, candidata del bloque oficialista integrado por Morena, PT y Partido Verde, quien registra una intención de voto del 40.9%.

En lo que va del mes, Xóchitl cae un 3.4%. En el mismo periodo, Claudia también cae después de una ligera alza a mediados de enero, pero solo 0.4%.

El Tracking que Massive Caller presenta, en el que baso estos apuntes, no hace mención del análisis cualitativo que influye en el comportamiento de los electores.

Sin embargo, parece que existe una correlación con el caso de Marko Cortés, líder de Acción Nacional, quien el 8 de enero dio a conocer el convenio de la ignominia que suscribió con el gobernador de Coahuila, Manolo Jiménez Salinas, en conjunto con Alito Moreno.

En el documento de marras, los tres políticos firmaron un compromiso para repartir cargos en la administración pública, candidaturas y hasta notarías, a manera de botín político.

No lo cumplió Manolo Jiménez y eso desató la locuaz imaginación de Marko Cortés, quien no midió las consecuencias de hacer público dicho acuerdo.

Pues bien, el resultado de su osadía y falta de escrúpulos está a la vista: Xóchitl Gálvez ha caído en 13 días un 3.4% en la preferencia de los votantes a nivel nacional.

Xóchitl también ha cometido no pocos errores. Parece que nunca conoció la enseñanza de Mateo que refirió de Jesús la sentencia de

Si tu mano o tu pie te hace caer en pecado, córtatelo y échalo lejos de ti.

Se ha reunido a diestra y siniestra con gente francamente muy cuestionada y se ha dejado querer de manera muy pública por prácticamente un grupo de personas que solo añoran volver a caer parados en la administración pública.

Tal parece que nadie cuida a Xóchitl, que su agenda pública no tiene control y, por tanto, en no pocas ocasiones va dando pasos a ciegas. Muda no es, pero mal haría si teniendo quien le ayude, ella se hace la sorda.

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