La angustia y la incertidumbre envuelven a la familia de Guillermo Raúl, un joven licenciado en Mercadotecnia y Diseño Publicitario de 27 años de edad, quien desapareció en circunstancias misteriosas hace 17 días en el municipio de Amozoc de Mota.

Puebla de Zaragoza, Pue.- La búsqueda desesperada de respuestas llevó a familiares y amigos a las calles en una protesta pacífica desde la zona de Analco hasta la Fiscalía General del Estado (FGE), exigiendo resultados y su pronta localización.

Guillermo Raúl, conocido por su dedicación al diseño publicitario, tristemente se ha convertido en uno más de los desaparecidos que plagan la región y de quienes nada se sabe.

Este domingo, al menos 50 personas, entre familiares, amigos y conocidos, marcharon con playeras blancas que llevaban impresa la frase "te estamos buscando Raúl" y cartulinas con la fotografía del joven. La movilización buscaba sensibilizar a las autoridades y a la comunidad sobre la urgencia de encontrar a Guillermo Raúl.

La protesta no solo fue un grito de desesperación, sino un llamado a la verdad y a una investigación exhaustiva sobre las circunstancias de la desaparición. La hermana del joven, Karla López Escobedo, desmintió afirmaciones falsas hechas por Marco Antonio Rodríguez Rayón, comisario de Seguridad Pública de Amozoc, quien había sugerido que Guillermo Raúl se dedicaba a la venta de teléfonos celulares y aparatos electrónicos.

Karla López aclaró que su hermano iba a vender una computadora a su amigo Ulises, actividad completamente ajena a la supuesta venta de dispositivos electrónicos. Acusó a las autoridades locales de Amozoc de no colaborar activamente en las búsquedas y de limitarse a vigilar las acciones de la familia.

Hoy nuevamente me acerco a la sociedad que me pueda entender, padres de familia. Mi hermano es uno más de la lista de desaparecidos, así como se lo llevaron vivo, vivo lo queremos; por favor, regrésame a mi hermano
, expresó Karla López durante la marcha.

Su petición está acompañada por la exigencia de colaboración de las autoridades, especialmente las de Amozoc, para acelerar las acciones de búsqueda y esclarecer las contradictorias declaraciones de Ulises, amigo de Guillermo Raúl.

La historia de Guillermo Raúl se convierte en un desgarrador capítulo más de la Puebla de los desaparecidos, donde la lucha por la verdad se manifiesta en la desesperación de familias que buscan respuestas ante la cruel incertidumbre.

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