En el compás del periodo que abarca de enero a diciembre de 2023, la complejidad de la situación delictiva en Puebla se desglosa en cifras que revelan una realidad alarmante.

Puebla de Zaragoza, Pue.- Puebla se ubica en la octava posición entre las entidades federativas con mayor actividad criminal a nivel nacional, según los datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública.

En el primer lugar, el Estado de México encabeza la lista con un total de 385,853 delitos registrados, delineando un panorama desafiante para las autoridades locales. Le sigue la Ciudad de México, con 234,474 delitos, una cifra que refleja la complejidad de la seguridad en la capital del país.

Guanajuato se posiciona en tercer lugar con 147,311 delitos, consolidándose como un foco de atención en términos de combate a la delincuencia. Jalisco y Baja California ocupan el cuarto y quinto lugar, con 131,695 y 121,065 delitos respectivamente, resaltando la necesidad de estrategias específicas para estas entidades.

Nuevo León, con 97,035 delitos, se coloca en sexto lugar, mientras que Veracruz sigue de cerca en séptimo lugar, con 86,520 delitos registrados.

En la octava posición, Puebla reporta un total de 77,244 delitos, evidenciando la urgencia de acciones focalizadas para abordar los desafíos de seguridad en la región. Cabe comentar que los delitos en Puebla se han multiplicado a una velocidad alarmante. En tan sólo cinco años, Puebla ha escalado entre las entidades con mayor actividad criminal cuando tradicionalmente se ubicaba fuera de las 10 entidades con más delitos.

Chihuahua y Querétaro completan la lista de las diez entidades con mayor incidencia delictiva, con 73,966 y 63,420 delitos respectivamente.

Este análisis pormenorizado destaca la complejidad y diversidad de los retos de seguridad que enfrenta México. En este contexto, el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública subraya la importancia de un enfoque integral para abordar la delincuencia y fortalecer la seguridad ciudadana.

¿Cómo? Esa es la pregunta a la que no ofrece respuestas. Puebla tendrá que regresar a las tareas gobierno-sociedad para la construcción de un ambiente seguro y pacífico. Los abrazos a la delincuencia le han pasado una factura muy costosa a la entidad.

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