Horacio De la Cruz S.

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El PRI está armando una estructura política robusta para el Congreso (diputados y senadores).

La reciente incorporación como candidatos al Senado de la República del ex gobernador de Coahuila, Miguel Ángel Riquelme Solís, y del sonorense Manlio Fabio Beltrones, dan forma a un movimiento estratégico que augura un escenario político interesante.

México vive tiempos de incertidumbre y a pesar de los pronósticos pesimistas sobre la extinción de ciertas fuerzas políticas, parece que el país está tomando una forma diferente, alejándose de los deseos absolutistas del presidente Andrés Manuel López Obrador.

Las alianzas entre partidos, especialmente la del PAN, PRI y PRD, apuntan hacia la formación de gobiernos de coalición, no solo a nivel federal, sino también en los estados en juego, en casos de victoria.

Esta dirección es acertada. Por salud, ninguna fuerza política debería aspirar a ganar todo o perder todo. Más aún, es crucial restaurar el equilibrio entre los poderes, es decir, restaurar la integridad de la República.

Especialmente en un momento en el que la política busca adaptarse a la complejidad de México.

Aclaro, la configuración política que vislumbro post López Obrador, no se asemeja a los cuestionables acuerdos de Alito Moreno y Marko Cortés, como en el caso de Coahuila. Dar forma a gobiernos de coalición significa pactar entre fuerzas de manera transparente y creo que va a ser necesario, gane quien gane la elección presidencial.

Sin embargo, inercialmente, en una primera etapa el logro de este cambio dependerá únicamente de políticos verdaderamente profesionales, de aquellos que han demostrado capacidad para construir acuerdos, no simplemente de quienes creen serlo y que van saltando de un lado a otro sin rubor, sin ideas, sólo tras el poder, tras los negocios, buscando provecho personal del erario público.

Así que, independientemente del resultado de las elecciones federales, será necesario abandonar la forma anacrónica de gobernar representada por Andrés Manuel López Obrador y dar paso a gobiernos de coalición como respuesta efectiva para fortalecer la democracia y preservar el equilibrio entre los poderes constitucionales.

De otra forma el país se va a descomponer aún más. Claudia lo sabe, Xóchitl, lo tiene muy claro. ¿Acaso usted cree que cualquiera de ellas va a ganar la presidencia por más de 5 puntos de diferencia?

No hay de otra. Quien emerja tendrá que contribuir a la pluralidad, a la estabilidad institucional y al respeto por las instituciones democráticas. La representación plural se va a consolidar como uno de los pilares fundamentales tras el gobierno de López Obrador.

Las visiones anacrónicas del poder están destinadas a quedar atrás después de esta elección. Los políticos que persistan en el oscurantismo, el sectarismo y la mentira, van a perder.

Finalmente: Aquello de "vota todo por..." ya es cosa del pasado, que nadie se haga ilusiones.

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