Estado de México.- El incidente fue capturado en un video de corta duración que presentamos, donde se observa cómo un grupo armado irrumpe en la bodega, somete a uno de los trabajadores en el suelo y obliga a cuatro de ellos a subirse a una camioneta.
Las víctimas, identificadas como Eliseo Escobar Ramírez, Rigoberto Colín Consuelo, Isidoro Díaz Casimiro y Jaime Ramos Reyes, han desaparecido sin dejar rastro desde ese día.
Protesta
Este martes, familiares, amigos y la patrona de los trabajadores se congregaron frente al palacio de gobierno del Estado de México para exigir a las autoridades que intensifiquen la búsqueda y rescate de los secuestrados.
Los manifestantes, ubicados en la colonia Parques Nacionales, portaban cartulinas con fotos de los desaparecidos, demandando la intervención de los tres niveles de gobierno. Las imágenes del video muestran claramente la violencia con la que los secuestradores llevaron a cabo su acción, amedrentando a los trabajadores con armas de fuego.
Lizbeth Karina, propietaria de la bodega, denunció que su establecimiento ha sido blanco de extorsiones por parte de La Familia Michoacana durante los últimos tres años. Incluso, ella y su padre fueron previamente secuestrados para obligarlos a pagar "derecho de piso". La organización criminal ha llegado al extremo de balearlos y quemar sus propiedades.
Hago un llamado a la gobernadora Delfina Gómez Álvarez y a las autoridades federales, estatales y municipales para pedir su ayuda y colaboración para resolver esta situación que ya se le salió de las manos y es insostenible para los comerciantes que lo padecemos y que por miedo a las represalias no se atreven a denunciar, expresó Karina.
La propietaria de la bodega reveló que existen dos distribuidores de pollo en el Valle de Toluca que podrían estar coludidos con La Familia Michoacana, indicándoles a los comerciantes quién puede proporcionarles mayores sumas de dinero. Ante la grave situación, Karina solicitó protección para ella, su familia y sus empleados, subrayando el temor constante que viven quienes se atreven a denunciar.
En relación con las causas del secuestro, Karina mencionó que los extorsionadores exigían dos pesos por cada kilo de pollo vendido. A pesar de haber entregado quincenalmente cerca de un millón de pesos, la situación económica llevó a la decisión de no seguir pagando, lo que podría haber desencadenado este acto de violencia como represalia.
Este incidente se suma a la creciente ola de violencia en el Estado de México, como lo evidenció el enfrentamiento ocurrido hace dos semanas en Texcaltitlán, donde comuneros se levantaron contra La Familia Michoacana, dejando un saldo de 14 muertos.
La desesperación de los comerciantes y la aparente impunidad de la organización criminal, plantean un desafío urgente para las autoridades que permanecen sin informar sobre acciones o resultados al respecto.
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