Salvatierra, Guanajuato.- La irrupción violenta dejó un rastro de horror y muerte al tiempo que la banda local "Dinastía Cornejo" estaba en pleno concierto. Pero la música se apagó ante la llegada de un grupo de atacantes armados.
Según testimonios de sobrevivientes, la tragedia comenzó con un intercambio de palabras entre los organizadores y el grupo armado, desencadenando un caos que resultó en la pérdida de al menos 12 vidas. "Se escucharon las mañanitas y luego ya de repente no se escuchó la música", relató un testigo, describiendo el dramático giro de fiesta a la terrible masacre.
En medio de la tragedia, una sobreviviente reveló escalofriantes detalles sobre los momentos previos al ataque. Seis individuos armados con rifles ingresaron al lugar, una casona ubicada en plena carretera, donde circulaban alrededor de cien jóvenes que asistían a la fiesta prenavideña. "Nos dimos cuenta de que no eran invitados, cuando les preguntaron quiénes eran, empezaron a disparar", relató la testigo.
El pánico se apoderó del lugar cuando los atacantes, sin piedad, comenzaron a disparar indiscriminadamente. "Cuando empezaron a cortar cartucho, dijeron: ‘matenlos a todos’… Fue cuando empezó todo el corredero, empezaron las balas, todos a correr, yo nada más escuchaba las balas", describió la sobreviviente, ilustrando el caos que se desató en la posada.
La violencia alcanzó incluso a los músicos de "Dinastía Cornejo", quienes abandonaron sus instrumentos en busca de refugio. Tres de ellos resultaron heridos, mientras que uno perdió la vida en medio del ataque. Varios vehículos, incluyendo camionetas, motocicletas y un camión de la banda, fueron incendiados antes de que los agresores se retiraran.
La respuesta de los servicios de emergencia fue verdaderamente decepcionante. Los sobrevivientes tuvieron que esperar más de hora y media para recibir ayuda médica de emergencia. Algunos heridos fueron trasladados a hospitales en autos particulares ante la demora de la atención oficial.
La masacre en Salvatierra no es un hecho aislado en Guanajuato, un estado que ha experimentado un aumento significativo en la violencia. En 2020, se descubrieron fosas clandestinas con al menos medio centenar de cadáveres en esta misma localidad. Guanajuato lidera las estadísticas nacionales de homicidios, con 3,029 casos en el año actual, según cifras oficiales.
Las autoridades han fracasado una vez más en prevenir la violencia. Sugieren que los ataques armados en el estado son consecuencia de enfrentamientos entre bandas criminales que disputan el control del tráfico de drogas; es decir, lo de siempre.
Lo cierto es que la masacre en Salvatierra se suma a la reciente tragedia en la ciudad de Celaya, donde cinco estudiantes de medicina fueron hallados muertos el 4 de diciembre.
Lamentablemente la masacre en Salvatierra será un recordatorio trágico de la urgencia de abordar la compleja problemática de la violencia, en un país dirigido por un presidente que se ha negado rotundamente a cambiar la estrategia de seguridad que ha dejado un rastro de sangre derramada por más de 160 mil víctimas del crímen en México.
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