Puebla de Zaragoza, Pue.- En medio de una preocupante crisis de salud en México, el Instituto Nacional de Geografía y Estadística (INEGI) revela un incremento del 21% en el gasto de las familias en medicamentos y servicios médicos durante el gobierno de Andrés Manuel López Obrador.
Los datos de la Cuenta Satélite del Sector Salud de México señalan que, en 2019, los hogares mexicanos destinaron 540,345 millones de pesos a la salud, cifra que ha escalado a 671,336 millones en 2022. Sumando el trabajo no remunerado en cuidados de salud, la contribución total de las familias alcanzó 911,513 millones de pesos, marcando un aumento del 21%.
El informe destaca un cambio significativo: las familias están optando por sustituir los servicios hospitalarios, enfrentando así una mayor carga financiera. Es decir, cada vez más familias cuidan a sus enfermos en casa, con los riesgos que para la vida de los convalecientes y el gasto, esto significa.
El gasto en medicamentos ha crecido, representando el 42.6% del gasto total en bienes y servicios de salud. Este aumento coincide con la transición del Seguro Popular al fallido Insabi en enero de 2020.
La crisis se profundiza. Según el Consejo Nacional de Evaluación de la Política en Desarrollo Social (CONEVAL), reporta un aumento alarmante del 16.2% al 39.1% en el no acceso a servicios de salud entre 2018 y 2022, afectando a 50.4 millones de personas.
Además, la cobertura oficial de servicios de salud en México es solo del 72.4%, muy por debajo del 98% promedio en países de la OCDE.
Por si fuera poco, las estadísticas internacionales revelan tasas de mortalidad materna e infantil preocupantes, junto con índices elevados de obesidad y diabetes.
La salud en México enfrenta una catástrofe.
Urgen medidas responsables y eficientes para mejorar la accesibilidad y calidad de los servicios médicos.
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