Puebla de Zaragoza, Pue.- No obstante en 2020 Puebla ocupó el cuarto lugar a nivel nacional en casos de extorsión, al cerrar el año 2023, se sitúa por debajo de entidades como el Estado de México, Colima, Guanajuato, Baja California Sur, Nayarit y Nuevo León, todas líderes en extorsiones y cobro de piso.
Sin embargo, lo anterior no necesariamente indica una mejora sustancial.
En Puebla, de cada 100 casos de extorsión denunciados, únicamente uno culmina con detenidos y sentenciados, evidenciando una alarmante tasa de impunidad del 99%.
La limitada disponibilidad de pruebas sólidas, a menudo reducida al testimonio aislado de la víctima o a un número de teléfono celular sin dueño formal, contribuye a esta situación.
La modalidad de "cobro de piso", donde la extorsión se manifiesta a través de recados escritos o llamadas telefónicas con mucho menor frecuencia, encuentra terreno fértil en zonas específicas de Puebla: San Pedro y San Andrés Cholula, Coronango, Tehuacán, Teziutlán, Tenampulco y San Pedro Zacachimalpa, esta última junta auxiliar del municipio capitalino, se destacan como las áreas con mayor incidencia de extorsiones a comercios por parte del crimen organizado.
No obstante, la problemática ya se extiende a localidades como San Martín Texmelucan y el corredor que abarca Tepeaca, Acatzingo, Tecamachalco, Ciudad Serdán, Palmar de Bravo y Quecholac. Además, se observa un preocupante crecimiento en el corredor Huauchinango-Xicotepec, en la Sierra Norte del estado.
La impunidad se erige como el principal obstáculo.
En medio de los delitos sin castigo, Puebla vive un deterioro permanente no solo en la seguridad ciudadana, sino también la confianza en el sistema de justicia.
La geografía de la entidad a finales de 2023 se pinta con matices de rojo y amarillo, simbolizando las incidencias en el delito de extorsión y otros crímenes perpetrados por la delincuencia organizada.
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