En el estado de Tlaxcala, dos realidades coexisten de manera simultánea, dejando al descubierto los contrastes, prioridades y desafíos que enfrenta la entidad.

Tlaxcala.- Mientras la gobernadora Lorena Cuéllar encabezaba la colocación de la primera piedra del ambicioso Complejo de Fiscalías de la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) en la capital, una construcción que implica una inversión significativa de más de 12 millones de pesos en su primera etapa, en otro rincón de la entidad, específicamente en Acuitlapilco, vecinos bloquearon la carretera federal Puebla-Tlaxcala en busca de un servicio esencial: agua potable.

La primera escena se desarrolló en la capital del estado, donde las autoridades anunciaron con entusiasmo la construcción del Complejo de Fiscalías de la PGJE.

Esta infraestructura tiene como objetivo unificar y acercar los espacios en los que los ciudadanos buscan acceder a la procuración de justicia en Tlaxcala. Una inversión de esta magnitud señala el compromiso del gobierno estatal por fortalecer el sistema de justicia y mejorar la atención a la ciudadanía en cuestiones legales.

Sin embargo, en Acuitlapilco, la escena era muy diferente.

Vecinos de la Colonia Antorcha, pertenecientes al Movimiento Antorcha Campesina, tomaron medidas drásticas al bloquear la carretera federal que conecta Puebla con Tlaxcala. Su demanda es simple pero fundamental: acceso al servicio de agua potable.

Los manifestantes señalan que han pasado más de un mes sin tener acceso a este servicio básico.

El caos vial generado por el bloqueo de la carretera resalta la urgencia de la situación.

Mientras la gobernadora Cuéllar celebraba el inicio de una infraestructura que promete mejorar la justicia en el estado, habitantes de Acuitlapilco sólo piden Agua.

Este contraste entre las obras públicas y la falta de servicios esenciales de la gente, pone de manifiesto los desafíos que enfrenta Tlaxcala.

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