El líder norcoreano, Kim Jong-Un, ha iniciado un viaje a Rusia, marcando su primer viaje al extranjero en más de cuatro años. El Kremlin ha confirmado la reunión entre Kim y el presidente ruso, Vladimir Putin, un encuentro que ha generado especulación y expectativas en la escena internacional.

La noticia sobre este encuentro fue inicialmente revelada por el Gobierno de Seúl a la prensa local, y posteriormente confirmada por el Kremlin, aunque la fecha y hora exactas de la reunión no se han especificado. Según el Kremlin, Kim Jong-Un realizará una visita oficial a Rusia "por invitación del presidente ruso, Vladimir Putin, en los próximos días". Se reporta que Kim salió de Pyongyang el domingo por la noche y se espera que se reúna con Putin el martes 12 de septiembre.

El contexto global y regional hace que esta reunión sea especialmente relevante. Vladimir Putin ya se encuentra en Vladivostok, donde se llevó a cabo el Foro Económico Oriental, inaugurado el domingo 10 de septiembre. Además, se han implementado medidas de seguridad adicionales y se han realizado remodelaciones en la principal estación de tren en la ciudad fronteriza rusa de Khasan, por donde se anticipa que Kim ingresará a Rusia.

Implicaciones geopolíticas

Las expectativas en torno a esta cumbre son significativas, ya que se ha especulado que Kim y Putin abordarán temas de gran relevancia geopolítica. Funcionarios estadounidenses han advertido sobre los posibles resultados de este encuentro, sugiriendo que podría involucrar discusiones sobre el intercambio de armas y tecnología nuclear. Washington ha manifestado su preocupación sobre el suministro de armamento por parte de Corea del Norte a Rusia para su uso en la guerra en Ucrania, incluyendo proyectiles de artillería y misiles antitanques.

A cambio de esta supuesta cooperación militar, Rusia estaría dispuesta a proporcionar tecnología avanzada a Corea del Norte, incluyendo tecnología para satélites y submarinos de propulsión nuclear. Esta alianza, con la posible provisión de armas y tecnología, desafía directamente a Occidente y plantea preguntas sobre cómo podría impactar en la seguridad global.

El contexto de la Cumbre:

Corea del Norte ha sido uno de los pocos países que ha respaldado públicamente a Rusia desde el inicio de la invasión a Ucrania en 2022. Putin ha prometido ampliar los lazos bilaterales con Corea del Norte, lo que sugiere un fortalecimiento de las relaciones entre ambos países.

Para Corea del Norte, esta cumbre podría representar una oportunidad para mejorar sus relaciones diplomáticas y económicas en medio de las sanciones internacionales que ha enfrentado debido a su programa nuclear. El fracaso de las negociaciones con Estados Unidos en 2019 ha dejado a Pyongyang en una posición en la que buscar aliados es crucial, y Rusia podría ser un socio estratégico en esta búsqueda.

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