El gobernador de Puebla, Sergio Salomón Céspedes Peregrina, y su secretaria de Educación, Isabel Merlo Talavera, han permanecido prácticamente en silencio ante las evidencias de corrupción que han permeado la educación en la entidad durante el actual sexenio de la 4T y aún antes de su llegada al poder.
Familias enteras, con vínculos con líderes del magisterio y funcionarios de la Secretaría de Educación Pública de Puebla (SEP-Puebla), han tejido verdaderas redes de cohecho que los han enriquecido de manera escandalosa.
Cada quincena, estos entramados corruptos drenan considerablemente los recursos del presupuesto público, a través de prácticas como las que representan las plazas asignadas titularidad C de manera irregular, aviadurías, prestanombres y otros embutes.
En este contexto, llega Juan Antonio Badillo Torre como titular de la subsecretaría de Educación Superior. Su nombramiento surge después de la solicitud de renuncia de Ida Gabriela Hernández García, ex subsecretaria de esta cuestionada dependencia. Badillo Torre, autor del libro "Corrúptica", asume la tarea de explicar lo que es evidente, pero que Isabel Merlo, tras varios desaciertos, no ha podido, o no ha querido, dilucidar.
Badillo Torre, un experimentado profesor de carrera, conoce la SEP de cabo a rabo. Ha sido todo en esa dependencia y ahora regresa en calidad de cuarto bat para enfrentar una investigación que, según la secretaria Merlo Talavera, presume contar con más de 700 expedientes. De esta vasta cantidad, se desconoce cuántos de ellos han sido remitidos a la Fiscalía General del Estado de Puebla, dada la magnitud del escándalo.
Si nos atenemos a su obra "Corrúptica", es posible que Badillo Torre, quien goza del reconocimiento de Manuel Bartlett Díaz, con quien compartió la Secretaría de Educación en el gobierno de Puebla, aborde el asunto de las plazas titularidad C con una cierta parsimonia. Es probable, también, que aborde el tema con aquel sopor que produce escucharle decir que “la corrupción es un fenómeno complejo", que “requiere de tiempo para resolver”, que lo importante es “priorizar la generación de conocimiento acumulativo" por encima de la resolución del problema en sí, etcétera.
En cualquier caso, el tiempo revelará si Badillo Torre forma parte de la solución o del problema.
Mientras tanto, el desgaste de la secretaria de Educación, Isabel Merlo Talavera, es cada vez más evidente ante la grotesca corrupción que impera en la dependencia que encabeza. Parece que nada se mueve ahí, ni para bien ni para mal, en este panorama que ha institucionalizado la ilegalidad y el lucro personal por encima de los fines de la institución.
Al paso que van los acontecimientos, el gatopardismo y la opacidad puede ser el legado de la gestión educativa de Sergio Salomón Cëspedes Peregrina en Puebla.
Horacio De la Cruz S. | Twitter: @hcsblog Asuntos de Estado
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