Es "el día del presidente". Entre porras y aplausos, AMLO llegó al centro de convenciones de Campeche, acompañado de su esposa, Beatriz Gutiérrez Müller. Los gritos no se dejaron esperar: “¡Es un honor estar con Obrador!” y “¡Presidente!” le gritaron.

Campeche.- No podría faltar el orgullo de su nepotismo, Andrés Manuel López Beltrán, quien llegó caminando orondo al salón del centro de convenciones.

Delfina Gómez, gobernadora electa del Estado de México también asistió, entre otros gobernadores como Rutilio Escandón, de Chiapas y Enrique Alfaro, gobernador de Jalisco por Movimiento Ciudadano.

Los machuchones llegaron acompañados de Alfonso Romo, enlace del Ejecutivo con el sector empresarial. Ahí se vió a Daniel Chávez, asesor presidencial del Tren Maya. También a Guadalupe Philips, representante de ICA, y Maite Ramos, representante de Asltom México.

Ken Salazar, el ‘amigou’ embajador de Estados Unidos en México, llegó para acompañar al presidente y ser testigo del relato soporífero de la tradicional perorata.

También se vió a un Martí Batres, jefe de Gobierno de la Ciudad de México; Mara Lezama, Gobernadora de Quintana Roo; Manuel Bartlett, director de la CFE; Sergio Salomón Céspedes, gobernador de Puebla; Lorena Cuéllar, gobernadora de Tlaxcala; Víctor Manuel Castro, gobernador de Baja California Sur, así como el gobernador priista de Durango, Esteban Villegas.

Muchos personajes del sureste mexicano acudieron, pero el pueblo y los pobres que tanta palabrería le merecen al presidente en sus improvisaciones verborreicas, no se vieron entre las guayaberas blancas que predominaron en este que fue el V Informe, antesala del ocaso presidencial obradorista.

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