La claridad estratégica y la madurez política de Beatriz Paredes expuesta en su larga misiva difundida la tarde del miércoles, donde explica su participación en el Frente Amplio por México, se impuso al madruguete de Alejandro Moreno (Alito), dirigente nacional del PRI.

La ex gobernadora de Tlaxcala, conscientemente enfrentó las probabilidades y asumió una postura que marca la prevalencia de Xóchitl Gálvez en la carrera hacia la candidatura del Frente Amplio por México (FAM).

Aunque con plena conciencia de que las cifras no estaban a su favor en la encuesta, Paredes, en su discurso en Mérida, abogó por perseverar hasta la conclusión del proceso. Para ella, dar un paso atrás en este punto sería una traición a la integridad del proceso en el que participaba.

De ahí que la retirada de facto de Paredes haya suscitado diversas interpretaciones en los círculos políticos y mediáticos. El periodista Raymundo Riva Palacio, por ejemplo, destaca la intrincada dimensión de su potencial victoria, que habría representado una derrota tácita tanto para el Partido Acción Nacional (PAN) como para el Partido Revolucionario Institucional (PRI), su propia agrupación política. Para Riva Palacio, esta probable victoria truncada habría generado presiones internas, llevando finalmente a su exclusión en apoyo a Xóchitl Gálvez.

Riva Palacio también sugiere que la suerte de Paredes ya estaba sellada desde semanas atrás. El miedo palpable en las filas de Acción Nacional, a que Xóchitl Gálvez no obtuviera la candidatura presidencial, les llevó a negociar con el PRI.

Asimismo, plantea también que el Revolucionario Institucional temía que Paredes, si se erigía como candidata del Frente en 2024, precipitaba su propia debacle como fuerza política.

Otra línea de interpretación destaca la amenaza de la infiltración de Morena en el proceso interno del FAM. Se sugiere que esta incursión podría haber influido en el resultado, inclinándose a favor de Beatriz Paredes.

Adicionalmente, se apuntan deficiencias operativas en el grupo ciudadano encargado de orquestar el proceso interno. Estas podrían haber generado un resultado sesgado y caótico en múltiples distritos electorales. La falta de organización habría amenazado la equidad del proceso y la legitimidad de los resultados.

Entre lunes y martes, el líder nacional del PRI, Alejandro Moreno, tuvo la pericia, aunque quizás no la sensibilidad, de transmitir las razones de fondo de la presión ejercida sobre Paredes para retirarse.

Esta interacción, continuada en una reunión el martes pasado por la tarde, resultó en un enfrentamiento verbal entre Alito y Beatriz. Pero no hubo marcha atrás. Alejandro Moreno explicó que la determinación había sido concertada ya con el PAN y el PRD.

Finalmente este desenlace concluido el miércoles por la tarde en las instalaciones del CEN del PRI, parece que salvó al Frente Amplio Por México. Si Paredes hubiera participado en la consulta del próximo domingo, con el posible respaldo de Morena, su victoria era probable. El resultado podría haber inclinado la balanza en su favor, con implicaciones profundas.

Las consecuencias serían devastadoras, no solo para el FAM, sino especialmente para el PRI.

De ahí que ante la indecisión de Paredes, el PRI anunció su respaldo a Gálvez.

La madurez política de Beatriz converge con el pragmatismo de su partido. El sacrificio de Paredes se percibió como la tabla de salvación del Frente Amplio por México en un momento crítico. Su declinación marca un capítulo definitorio en la contienda interna, dejando una estela de interrogantes y una reconfiguración del panorama político para 2024.

Horacio De la Cruz S. | Twitter: @hcsblog | HCSblog