Revisemos primero cómo en las recientes elecciones del 4 de junio en el Estado de México, se registraron resultados atípicos.

El partido Morena perdió alrededor de 215 mil votos respecto a los comicios locales del 2021. Aún así Delfina Gómez, logró superar a Alejandra del Moral.

Lo sorprendente es que el Partido Verde Ecologista de México y el Partido del Trabajo ganan más votos que Morena. Prácticamente llevaron al poder a Delfina Gómez, lo cual parece ilógico, pero es estadísticamente verdadero.

Por otro lado, la coalición Va Por México, conformada por el PRI, el PAN y el PRD, perdió votos. No cumplió con sus metas mínimas de sufragios El PRI, que había garantizado 2 millones de votos, apenas logró movilizar a 1 millón 747 mil 409 votantes, un 5.4% menos que en las elecciones anteriores para gobernador(a). El PAN, por su parte, ofreció entre 800 mil y un millón de votos, pero solo aportó 700 mil 944, un 2.81% menos que en elecciones previas. El PRD contribuyó con tan solo 182 mil votos, muy por debajo de su compromiso de 250 mil.

Es evidente que todos los partidos de la coalición Va Por México fallaron en su estrategia electoral. Más todavía, se mostraron incapaces de movilizar a los votantes el día de la elección y dejaron sola a Alejandra del Moral. En los días previos, las expectativas de participación no se cumplieron, y los resultados estuvieron por debajo de lo esperado, lo cual evidencia una falta de conexión con su base militante y la ciudadanía, que en proporción importante se abstuvo de participar.

En la derrota de Va por México influyó también el enorme desprestigio de sus líderes, es el caso de Alito Moreno. Alejandra del Moral tenía oportunidad de ganar, pero el desgaste de los liderazgos de la coalición que le acompañó alejó a los votantes.

Más allá de dar conferencias de prensa, los líderes de Va por México demostraron ser un lastre en los hechos.

Por su parte, el gobernador Alfredo del Mazo decidió no involucrarse en la campaña, posiblemente como parte de un acuerdo político con el presidente Andrés Manuel López Obrador. Los detalles de dicho acuerdo son desconocidos, pero se rumora que el gobernador aseguró beneficios personales a cambio de su lealtad partidista.

Sin embargo, como si hubieran ganado en el Estado de México (porque en Coahuila el triunfo es de Manolo Jiménez y el gobernador Miguel Ángel Riquelme) los líderes actuales de Va por México hacen cuentas alegres y aseguran que van juntos para el 2024.

Parece un mal chiste, pero no lo es. Nuevamente, Alito Moreno, Marko Cortés y Jesús Zambrano ponen sus intereses personales y de grupo por encima de lo que demanda la ciudadanía: una oposición real y con dirigencias inteligentes, trabajadoras y con buena reputación. No lo que vemos ahora, un grupo de perdedores ególatras, que sólo esperan la siguiente elección para caer parados.

Los resultados de las elecciones en el Estado de México dejaron en claro que Va Por México no está cumpliendo su papel como oposición efectiva. El desprestigio de sus líderes, la falta de compromiso con sus bases votantes y la desconexión con la ciudadanía son aspectos que deben ser urgentemente corregidos antes de pensar en el 2024.

De otra manera, Va por México (PRI, PAN y PRD) no sirve como oposición.

Horacio De la Cruz S. | Twitter: @hcsblog | HCSblog