La expedición submarina del Titán, un submarino turístico, ha caído en la desesperación mientras enfrenta una situación crítica. Desapareció el pasado domingo durante una inmersión en el Atlántico con el objetivo de acercarse a las ruinas del Titanic.

Redacción.- La empresa a cargo de la expedición, OceanGate, trabaja en estrecha colaboración con las autoridades para rescatar al piloto y a los cuatro especialistas en misión que se encuentran atrapados en lo profundo del océano.

A medida que pasan las horas, aumentan las preocupaciones sobre el bienestar de la tripulación, la cantidad de oxígeno restante, las reservas de comida y agua potable, y la profundidad a la que están sumergidos. Estos factores podrían tener un impacto devastador en la vida de los tripulantes y ponerlos en riesgo de enfrentar diversos efectos negativos.

Uno de los mayores temores es la falta de oxígeno. Cuando el organismo no recibe suficiente oxígeno, la sangre no se oxigena adecuadamente, lo que afecta a los músculos, nervios, huesos y tejidos que dependen de la respiración. Además, los labios, las uñas y la piel pueden comenzar a adquirir un tono azulado, y pueden surgir síntomas como somnolencia, pérdida del conocimiento y arritmia cardíaca. La hipoxia cerebral también puede ocurrir cuando el cerebro no recibe suficiente oxígeno, lo que se manifiesta en trastornos del habla, falta de coordinación y falta de respuesta de la pupila del ojo a la luz.

En cuanto al suministro de alimentos y agua, según la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, se considera que es posible sobrevivir sin comida durante un período de 8 a 21 días, siempre y cuando se ingiera agua de manera constante. Sin embargo, la deshidratación agrava los problemas de salud, y una persona puede vivir solo de tres a cinco días sin agua. La falta de agua puede provocar síntomas como sed excesiva, micción infrecuente, orina oscura, fatiga, mareos y confusión.

Se ha informado que el submarino cuenta con bocadillos y agua, lo que podría brindar cierto alivio a la tripulación atrapada en lo profundo del océano.

La profundidad en la que se encuentran los restos del Titanic también plantea un desafío significativo. Reposan a una impresionante profundidad de 3.960 metros por debajo de la superficie, en el sureste de Terranova, Canadá. Según el capitán retirado de la Marina, Ray Scott McCord, las embarcaciones más sofisticadas podrían alcanzar esta profundidad a una velocidad de 300 metros por hora, lo que implicaría que las operaciones de inmersión y ascenso podrían llevar un día completo. La incapacidad de los equipos navales para llevar a cabo el rescate en un tiempo adecuado también se convierte en un inconveniente adicional.

Es importante destacar que este tipo de submarinos suele estar presurizado, lo que significa que están diseñados para mantener condiciones de presión atmosférica normales. Sin embargo, las condiciones extremas en las que se encuentran actualmente representan un riesgo adicional para la tripulación.

Aunque existe cierto aliento, ya que uno de los grupos involucrados en la búsqueda del submarino extraviado informó sobre la detección de señales de vida en la ubicación del incidente, el tiempo sigue siendo un factor crucial.

Mientras el mundo aguarda con nerviosismo y esperanza, los esfuerzos de rescate continúan sin descanso, con la esperanza de que el Titán y su tripulación puedan regresar sanos y salvos de esta expedición histórica llena de peligros extremos.

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