El intento del senador de Morena, Alejandro Armenta Mier, de suprimir al Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI) y transferir sus funciones a la Auditoría Superior de la Federación (ASF), es una decisión que no solo representa un retroceso en la lucha contra la corrupción en México, sino que también pone en duda el compromiso del partido gobernante con la transparencia y la rendición de cuentas.

El INAI ha sido un actor clave en la lucha contra la corrupción y la impunidad en México. La institución ha desempeñado un papel crucial en la investigación y sanción de actos de corrupción por parte de funcionarios públicos y ha permitido a los ciudadanos conocer los detalles de la gestión pública en diferentes niveles de gobierno.

La propuesta de Armenta Mier es preocupante porque sugiere que hay sectores dentro de Morena que están dispuestos a sacrificar la transparencia y la rendición de cuentas en aras de sus intereses políticos. Esto es especialmente alarmante en un momento en que la corrupción sigue siendo uno de los mayores problemas de México y la sociedad exige mayor transparencia y rendición de cuentas por parte de las autoridades.

Además, la propuesta de Armenta Mier de transferir las funciones del INAI a la ASF es cuestionable. La ASF es una institución importante en el control y la fiscalización de los recursos públicos, pero no tiene la capacidad ni la experiencia necesarias para desempeñar las funciones del INAI de manera eficiente y transparente. Esto podría debilitar aún más la capacidad de las instituciones mexicanas para garantizar el acceso a la información pública y proteger los datos personales de los ciudadanos.

El acceso a la información pública y la protección de los datos personales son derechos fundamentales de los ciudadanos y deben ser respetados y garantizados por las autoridades.

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