En el recién inaugurado Hospital General de Zona 35 del municipio de Cuautlancingo, Puebla, las esperanzas de un buen servicio médico se vieron eclipsadas por un aguacero.

Cuautlancingo, Pue.- Apenas 20 días después de su apertura, el hospital se vio afectado por una inundación. Lo inauguraron el director del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), Zoé Robledo, el gobernador de Puebla, Sergio Salomón, y el edil de Cuautlancingo, Filomeno Sarmiento.

Pero la tarde del miércoles las caras de asombro de personal y pacientes contrastaron con la euforia de la inauguración, cuando una fuerte lluvia azotó la zona y provocó una filtración de agua en el interior del hospital. Según informó el IMSS, la filtración se debió a labores preventivas de limpieza en las tuberías del techo, realizadas debido a la caída de cenizas del volcán Popocatépetl, ubicado en las cercanías. El agua comenzó a caer desde los plafones, inundando los pasillos internos y generando un desafío para el personal médico y administrativo.

Aunque el IMSS aseguró que no hubo fallas en las tuberías de la unidad y que el agua fue retirada sin afectar los servicios del hospital, la seguridad de los derechohabientes o el equipo médico, los videos capturados muestran a los propios empleados colocando contenedores en un intento por evitar más daños. Sin embargo, esta medida parece ser insuficiente, ya que el agua logró extenderse por gran parte del pasillo.

Fuentes internas del nosocomio indicaron que el problema se originó en la zona donde se encuentran los checadores biométricos, donde se detectó una grieta por la que el agua se filtró en gran cantidad. A pesar de ello, el IMSS reiteró que no se presentaron afectaciones significativas y que la atención a los derechohabientes no se vio comprometida.

El hospital, que fue proyectado para tener una vida útil de hasta 40 años y tuvo una inversión de 608 millones de pesos, se convirtió en un escenario inesperado de desafíos. Con 92 camas censables y 52 camas no censables, se esperaba que pudiera atender a un total de 100 mil derechohabientes, contando con una plantilla laboral de más de 980 personas.

Aunque las autoridades argumentan que la inundación se debió a labores de limpieza relacionadas con el volcán Popocatépetl, es evidente que el incidente plantea preguntas sobre la construcción y el mantenimiento del hospital. Ahora, las autoridades competentes deberán investigar lo sucedido y tomar las medidas necesarias para garantizar la seguridad y el buen funcionamiento de esta importante institución médica en Cuautlancingo.

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