El fiscal general de Puebla, Gilberto Higuera Bernal, informó en rueda de prensa que las investigaciones realizadas hasta ahora indican que la víctima se metió a los campos de cultivo por necesidad, ya que era alguien humilde. Lamentablemente, la reacción de los habitantes fue totalmente desproporcionada y violenta, lo que llevó a la muerte del joven.
“Estamos trabajando en esto y vamos a proceder contra quienes cometieron este salvaje hecho”, dijo el fiscal Higuera Bernal.
Según los informes de la policía, alrededor de 150 personas participaron en el linchamiento, rociando al joven con gasolina antes de prenderle fuego.
El suceso ha causado una gran indignación en todo el país, ya que se trata de un acto de violencia injustificable. Las autoridades locales y estatales han condenado el hecho y han asegurado que se tomarán todas las medidas necesarias para que los responsables sean llevados ante la justicia.
Este lamentable suceso es una muestra de la precariedad en la que muchas personas viven en nuestro país, donde la pobreza y la falta de oportunidades llevan a algunos a cometer actos delictivos para sobrevivir. Sin embargo, no se puede permitir que la justicia por propia mano se convierta en una práctica aceptable. Las leyes y las instituciones deben garantizar que todos sean tratados con dignidad y respeto, incluso aquellos que han cometido errores.
La muerte de Apolonio es un hecho triste y lamentable que nos debe hacer reflexionar sobre la importancia de la justicia y el respeto a los derechos humanos.
Las autoridades deben actuar con firmeza para garantizar que no se vuelva a repetir un hecho como este y que se haga justicia para la víctima y su familia.
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